En el hotel Olom de Cádiz se encuentra el Aleph Cocktail Club dentro del restaurante Ettu, donde se elabora uno de los mejores carajillos de España. Al menos, según el jurado del II Concurso del Mejor Carajillo 43 de Madrid Fusión 2025, que lo incluye entre los cinco finalistas.
Este martes, 28 de enero, a las 17:30 horas, se conocerá el ganador a nivel nacional, que es cuando los autores de los carajillos defenderán en directo sus creaciones líquidas en la sala de catas de The Wine Edition Wines from Spain.
La segunda edición del concurso sobre esta bebida, que está conquistando las sobremesas de los grandes restaurantes y coctelerías, ha tenido un gran éxito de participación, con más de 40 candidatos presentados.
Tomando como partida la fusión de café, hielo y Licor 43 agitado en coctelera, los bartenders han presentado combinaciones que son un viaje a sorbos por tierras japonesas, mexicanas o cubanas.

El carajillo gaditano, bautizado como Baba María, es obra de la bartender Susana Gordillo, apuesta por la fusión entre ambos lados del Atlántico. Aunque incorpora el tamarindo, un ingrediente profundamente arraigado en la cultura mexicana, y la manteca de cerdo, “que añade una capa de complejidad y suavidad a la receta, permitiendo extraer todos los matices más exquisitos del café”.
Susana Gordillo, en declaraciones a lavozdelsur.es, comenta que su idea pasa por "hacer un homenaje al bizcocho borracho que se prepara en Cádiz", y así "trasladar el sentimiento de las sobremesas en las que las abuelas lo preparaban en Cádiz, que hacía reunirse a madres, nietos, primos...".
El secreto de su brebaje, dice Gordillo, es la manteca de cerdo, "un ingrediente típicamente gaditano que permite extraer todos aromas del café". El carajillo del Aleph se prepara primero elaborando un polvo de caramelo de café salado, que luego se tritura, añadiendo una pizca de sal.
El siguiente paso es un fat wash de mantequilla de cerdo en café. En este cóctel, la primera capa de la copa bien fría son 9 cl del ron infusionado con manteca de café, cardamomo y Licor 43, luego una espuma de brioche (infusionando 500 ml de agua, 300 ml de azúcar y 4 piezas de brioche, cuyo almíbar vertemos en el sifón con 500 ml de nata para montar y dos cargas) y se remata con polvo de caramelo salado, una tostada de brioche con su espuma y un par de twist de limón caramelizado.
El resto de finalistas
Aparte del carajillo de Aleph, son finalistas del concurso los de Barro (Ávila), Kappo (Madrid), Dexcaro (Denia) y De Lab Beach Lounge (Altea).
El carajillo Valor 43, de Barro, es obra del bartender Jorge Palacios. La inspiración para elaborar y bautizar a su propuesta de Carajillo 43 la han rebuscado en los orígenes de esta bebida el equipo del restaurante (una estrella Michelin y un Sol Guía Repsol) del chef Carlos Casillas. “El significado del nombre viene de la época de cuando los españoles crearon el Carajillo a través de una mezcla de café, vino fuerte y azúcar para beber coraje y librar así las batallas en la guerra de Cuba. Ellos le dieron el nombre de corajillo, que luego fue evolucionando al actual Carajillo”, explican.
En Kappo, es la bartender Laura Paulino la autora del carajillo Kumo, que en japonés "significa nube y hace referencia a la emulsión formada por el sake”, explica Paulino. Su propuesta supone “un ir y venir entre España y Japón, pura esencia de nuestro restaurante. Y es que en Kappo queremos destacar la belleza y singularidad de cada producto, con pocos protagonistas, pero muy buenos”.
La bartender Thamiris Mendoza de Dexcaro es la autora del cóctel Japonés, toda “una experiencia en torno al café, que es el último ‘bocado líquido’ que toman nuestros clientes en el restaurante, buscando que sea el recuerdo final”. La presencia de especias está muy presente en esta elaboración.
Edwin Muñoz, barman de De Lab Beach Lounge y su Carajillo Ámbar Mediterráneo, es otro de los finalistas, con este "homenaje al clásico cremaet valenciano, una tradición cargada de sabor, historia y aromas inconfundibles. Este cóctel combina la riqueza del café de especialidad con la calidez de las especias y el dulzor refinado del Licor 43, originario de Cartagena".


