San Fernando celebra por todo lo alto el bicentenario de las Carmelitas de la Caridad-Vedruna con una propuesta tan singular como deliciosa: los Vedrunitos. No se trata de un dulce concreto, sino de un concepto que aglutina distintas creaciones pasteleras inspiradas en el carisma y la historia de esta congregación religiosa profundamente arraigada en la ciudad. La iniciativa parte del colegio de las Carmelitas, que ha querido compartir con toda la localidad este aniversario tan especial.
Uno de los ejes principales de esta conmemoración es la Ruta del Dulce Vedruna, una actividad en la que han participado numerosos obradores de San Fernando. La propuesta incluye un concurso gastronómico en el que se eligió al mejor Vedrunito, con un único requisito para participar: que el pastel incluyera almendra entre sus ingredientes. Esta condición dio rienda suelta a la creatividad de las pastelerías locales.
¿Qué es un Vedrunito? Es, en esencia, un dulce “Made in San Fernando”, un símbolo comestible del legado Vedruna y un ejemplo de cómo una comunidad puede celebrar su historia con sabor, creatividad y participación ciudadana.
Prueba estos dulces hasta el 8 de junio
El primer premio recayó en la Panadería Artesana del Pilar, que sorprendió con una minitarta de almendras con cabello de ángel. El segundo galardón fue para La Cremita, gracias a una compleja elaboración que incluía una bomba de chocolate crujiente y almendras, mousse de vainilla, tarta de Santiago y gelificado de albaricoque, rematada con chocolate. El tercer puesto fue para la Panadería para Celíacos, que presentó su dulce en caja cerrada para evitar contaminaciones cruzadas: un Pionono de vainilla con capa de crema de almendras y merengue italiano.
Además de los premiados, otros establecimientos también aportaron su visión del Vedrunito, como Selva Dulce, La Tahona del Arte, Pastelería Maite, Don Panes, Sugar Café, Horno Carreta y El 40 & 4. Cada uno ofreció su interpretación única, demostrando el dinamismo y la diversidad del sector pastelero en la ciudad.
Estos originales postres podrán seguir degustándose hasta el próximo 8 de junio en los propios establecimientos participantes. La iniciativa no solo rinde homenaje a una institución educativa centenaria, sino que también pone en valor el talento repostero local y el gusto por las tradiciones.
