Comida mexicana como la comerías en México. Ese fue el propósito que se marcaron hace nueve meses Mari Carmen Vega y Adrián Goltzman, pareja y propietarios de Mama Lupe, un restaurante que a pesar de su juventud ya se está haciendo un hueco entre los amantes de la comida tex-mex. Ubicado en la calle Velázquez del Polígono de San Benito, en lo que antes fue el no menos conocido Museo del Ron, el boca a boca ha servido para que el negocio haya prosperado hasta límites casi insospechados para sus propietarios. “Ya casi no se puede venir si no es reservando. Antes a partir del jueves esto estaba lleno, pero ya desde el propio martes no se cabe”.
Las dimensiones del establecimiento, apenas 60 metros cuadrados, no permiten atender a más de 30 comensales, que alcanzan los 40 gracias a la terraza exterior, tampoco demasiado amplia. Sin embargo, esto era lo que se habían propuesto Adrián y Mari Carmen, un local relativamente pequeño en el que pudieran atender de una manera más personal al cliente. “Después de tener un restaurante en Chipiona de 300 metros cuadrados decidimos tener uno más pequeño para ofrecer una atención más personalizada”. Aun así, a pesar de las dimensiones, el local no da sensación de agobio. La decoración, además, acompaña, destacando la iluminación, a base de bombillas que cuelgan de palés de madera sujetos al techo.
La historia de Mari Carmen y Adrián es curiosa. Ella, de El Gastor, cruzó el charco apenas siendo una niña para estudiar en Estados Unidos, aunque también pasaría largas temporadas en México. Allí conoció la cultura y la comida mexicana trabajando en restaurantes. “Allá donde he ido he ido aprendiendo la cocina de cada lugar”. Italia, Alemania, República Checa o Israel han sido otros de los países por los que también ha pasado. Adrián, argentino que emigró de joven a Israel, ha sido 27 años músico profesional además de hacer sus pinitos en el mundo de la magia. De hecho, cuando ve un ambiente favorable en el restaurante, a la hora de la sobremesa no duda en sorprender a los comensales con algún truco o canción.
Sin embargo, conseguir esto no es fácil. Reconocen que a veces es difícil encontrar toda la materia prima, sobre todo los chiles. “En México se usan cientos de variedades y aquí solo podemos hacer uso de unas 16 o 17 variedades. De hecho hay salsas que usan hasta 20”, explica Mari Carmen que, no obstante, afirma que tienen proveedores que se los cultivan en Rota, donde el clima es más próspero para este tipo de pimiento picante. De otro lado, está la elaboración. Cuanto más fiel es un plato, más tiempo requiere en cocina. Eso hace que fuera de carta, cuando el tiempo y los ingredientes lo permiten, puedan ofrecer platos muy difíciles de probar por estos lares, caso del chile en nogada, el más típico del estado de Puebla y que no es más que un chile poblano relleno de carne, bien de ternera o de cerdo, mezclado con frutos secos, especias y también fruta; o el Pozole, que suelen preparar sobre todo cuando llega el frío, una especie de potaje hecho a base de una variedad de maíz de granos blancos y grandes a la que se agrega carne de pollo o de cerdo como ingrediente secundario, todo ello acompañado de rábano y lechuga.
A todo ello se suma un margarita que, apuntan, es magnífico, y una considerable carta de cervezas mexicanas (Coronita, Modelo negra y especial, Pacífico y Mexicali), además de una bebida que extrañamente se encuentra en otros lugares, como la Michelada, que se prepara mezclando cerveza, jugo de limón, salsas picantes y sal. “O te gusta o la odias”, afirma Adrián sobre ella.
Mamalupe abre de martes a jueves a partir de las 20 horas y los viernes, sábados y domingos, de 13 a 17 y de 20 a cierre. En otoño e invierno los domingos sólo abre en horario de mañana. El teléfono para reservar mesa es el 640 648 445.