La cerveza artesana pide paso en la tierra del vino

La cervecería El Gorila inaugura la segunda edición de la 'Craft Beer', que se prolonga hasta el 6 de marzo con 15 productores.

Quince productores y 50 referencias. Esa es la oferta de la segunda Craft Beer de cervecería El Gorila hasta el próximo 6 de marzo en lo que es “el escaparate de la cerveza artesana de la baja Andalucía”, en palabras del propietario del establecimiento, Javier Sánchez Mellado. El conocido barman, que lleva desde el año 1987 tirando cañas y desde 2001 al frente de la popular cervecería de Plateros, se siente orgulloso de que su negocio se haya convertido en un “referente” y que haya permitido “extender la cultura cervecera en una ciudad de vinos”.

El objetivo de esta segunda edición de la Craft Beer, o Feria de la cerveza artesana de la baja Andalucía, es “poner en valor” este producto que, hasta no hace mucho, prácticamente sólo se elaboraba de Despeñaperros para arriba. “Hace doce años traíamos cervezas catalanas y hoy afortunadamente ya no hace falta irse tan lejos”, explica Mellado, que espera también con este evento “fortalecer la economía local”.

La cita reúne a productores de las provincias de Cádiz, Sevilla y Málaga, algunos ya con ciertos años a sus espaldas como la gaditana Maier y otros que apenas acaban de empezar a andar en este competitivo mundo, como la jerezana Piropo. Su gerente, Francisco Lobo, la comercializa desde el pasado septiembre haciendo realidad un sueño que llevaba persiguiendo desde hace años pero que no vio cumplido hasta que perdió su empleo. “Esto lo tenía como hobby y siempre había soñado montar un negocio, pero cuando me quedé parado decidimos sacarlo adelante”. Aún así, afirma que ese sueño empezó siendo una “pesadilla” debido a la gran burocracia que se encontró por el camino y a la poca inversión inicial de la que disponía. Las ganas de trabajar y el esfuerzo finalmente dieron resultado y hoy Piropo comercializa tres tipos de cerveza: de trigo, pale ale y red ale.

En total, Cádiz aporta siete productores y trece tipos de cerveza (Besaro, de Vejer; Destraperlo, de Jerez; La Jerezana, de Jerez; Piñonera, de Puerto Real; Maier, de Cádiz; Piropo, de Jerez y Volaera, de El Puerto de Santa María); Sevilla, seis productores y quince cervezas (Cárdenas, de Dos Hermanas; Chata, de Sevilla; Debla, de Utrera; Desiderata, de Mairena del Aljarafe; Libre, de Sevilla y Mond, de la Rinconada), mientras que Málaga está representada por tres productores y ocho cervezas distintas (La Cabra Azul, de Comares; La Catarina, de Marbella y Trinidad, de Málaga).En cuanto a las cervezas, se pueden encontrar de diferente graduación alcohólica, desde las que se sitúan en el entorno del cuatro por ciento hasta algunas que rondan los ocho grados, y diferentes tipos entre rubias, rojas y negras; de trigo, doble malta o incluso algunas en las que se pueden encontrar toques de naranja amarga, caramelo y pasas o café, caso de la jerezana Destraperlo negra. Irene Roldós, una de las productoras de esta cerveza, afirma incluso que por su sabor “la recomendaría hasta para el desayuno”. Esta marca, a punto de cumplir su primer año de vida y con tres tipos en el mercado (rubia, colorá y la mencionada negra), se caracteriza por su “calidad y personalidad”. “Queremos que no te deje indiferente, que al probarla sepas que te estás bebiendo una Destraperlo”, afirma Roldós.

El Gorila también quiere que sus clientes, además de probar las cervezas, participen activamente de la feria votando por su preferida, la cual acabará llevándose el llamado premio del público. Por su parte, un jurado de expertos se encargará de elegir a la mejor cerveza de la feria.

Por otra parte, El Gorila organizará diferentes catas el lunes 29 (Piñonera, Piropo y La Catarina), miércoles 2 de marzo (Debla, Desiderata, Chata y La Jerezana) y el jueves 3 de marzo (Mond, Volaera y Libre), que comenzarán a las 19 horas a un precio de 10 euros con tapa. Igualmente se celebrará el primer concurso de servicio de botella no profesional, al que podrán inscribirse hasta un máximo de 36 participantes para demostrar su habilidad y conocimiento a la hora de servir una cerveza en su copa. Este concurso tiene como premio tantos botellines de cerveza como edad tenga el ganador.