La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un análisis comparativo de 79 marcas comerciales de tomate frito. El estudio evaluó principalmente su composición nutricional, aunque también consideró factores como el precio. El objetivo: determinar cuáles son las opciones más y menos saludables del mercado.
Presente en casi todos los hogares, el tomate es un ingrediente esencial en la gastronomía española. Su versatilidad lo convierte en un habitual de platos como el gazpacho, el pisto o la clásica salsa de tomate. Además de ser sabroso, es bajo en calorías y grasas, y aunque su aporte de fibra y minerales es moderado, destaca por su riqueza en vitaminas A, D, E, del grupo B y C. Uno de sus componentes más relevantes es el licopeno, un potente antioxidante que se vuelve más activo cuando el tomate se consume triturado.
Según la OCU, el tomate frito casero de Gallina Blanca es el más saludable de todos los analizados. Este producto, que se comercializa en un bote de cristal de 350 gramos y tiene un precio aproximado de 2,19 euros (según el supermercado), destaca por su composición similar a una receta casera: tomates, aceite de oliva virgen extra, azúcar, sal y ajo.
Otras salsas de tomate recomendadas
En el segundo puesto del ranking aparece la marca Orlando, en su versión cero azúcares. Esta opción contiene tomate, aceite de girasol, sofrito de cebolla y ajos frescos, almidón modificado de maíz y aroma. Se posiciona como una alternativa saludable para quienes buscan reducir su consumo de azúcar sin renunciar al sabor.
La tercera posición la ocupa una opción pensada para el público infantil: Hida Kids. Esta marca ha desarrollado una receta sencilla y adaptada, compuesta por tomate, aceite de oliva virgen extra, sal y sucralosa, un edulcorante que sustituye al azúcar tradicional.
Con este estudio, la OCU pone el foco sobre un alimento cotidiano cuya calidad puede variar significativamente entre marcas.
