La oferta de bares, cafeterías y restaurantes sigue creciendo en el casco histórico, que ha visto cómo en las últimas semanas han abierto o reabierto una decena de ellos.
Jerez no deja de ver cómo aumenta su oferta de bares, cafeterías y restaurantes, sobre todo en uno de sus puntos neurálgicos, el centro histórico. Hace ya tiempo que se comprobó que es la manera más fácil que tienen muchos para autoemplearse, en una ciudad en la que la industria es escasa y en la que la tasa de paro sigue siendo alarmante.
En las últimas semanas, muchos han sido los establecimientos que han acelerado su puesta a punto de cara a abrir en la recién concluida Semana Santa. Algunos han cambiado de nombre y de manos y otros han ocupado los lugares que dejaron libre comercios ya cerrados.
La plaza del Arenal, que ya contaba con hasta ocho establecimientos hosteleros (una hamburguesería, una pizzería, cinco bares-restaurantes y una heladería) ha sumado un nuevo restaurante de la cadena El Chicharrón en el antiguo edificio que albergaba la histórica Óptica Jerezana —respetando su fachada de madera aunque cambiando su color— y una cervecería, La Real, en el lugar que antes ocupaba una tienda de ropa. ¿Quedan sitios para más bares en el Arenal? De momento, el local que ocupaba una entidad bancaria, en la esquina con Lancería, sigue libre…
A pocos metros de allí, bajando Lancería, la cervecería La Maceta ha vuelto a abrir sus puertas de la mano de otro propietario tras permanecer apenas un par de meses cerrado al público. Otro local que ha cambiado de nombre es el que hasta hace poco ocupaba Tapa olé, una franquicia con tapas y bebidas a bajo precio, al final de calle Larga. Ahora se ha rebautizado como La Muralla, por eso de que se ha recuperado parte del lienzo de la antigua muralla almohade. La última novedad del entorno del Arenal es La Rosca, en la calle Corredera, un pequeño bar cafetería que también ha abierto recientemente.
Y siguiendo la moda de los tabancos, felizmente recuperados con un renovado concepto más allá del despacho de vinos, acaba de abrir el tabanco Eguiluz, en la calle del mismo nombre, junto a plaza Aladro, con una decoración en la que predominan aperos de labranza y que, curiosamente, también está a la venta.