El proyecto Eurovelo, impulsado por la Federación Europea de Ciclistas y cofinanciado por la UE, comprende 15 rutas con un total de 70.000 kilómetros, con lo que se pretende fomentar el cicloturismo.
La posibilidad de circular en bicicleta desde Cádiz hasta Atenas, pasando por Elche, Barcelona, Niza, Turín, Venecia o Dubrovnik. Esa es la idea del proyecto Eurovelo 8 —existen un total de 15 rutas—, que está en plena fase de construcción, y que comprende 5.888 kilómetros, atraviesa once países y pasa por 23 ciudades que son Patrimonio de la Humanidad. La iniciativa, promovida por la Federación Europea de Ciclistas (ECF) y cofinanciada por la Unión Europea empezó a fraguarse en 1995 y pretende estar culminada antes de 2020, aunque aún se encuentra en una fase muy incipiente en España, ya que tan solo están certificados tres tramos, uno en los pirineos catalanes, otro en el País Vasco y uno en la provincia de Cádiz.
Eurovelo tiene planificadas tres rutas en el país, la Eurovelo 1 o ruta Atlántica, que va desde Portugal a Noruega y pasa por Salamanca y Pamplona (8.136 kilómetros); la Eurovelo 3 o ruta de los peregrinos, que pasa por Santiago de Compostela y León en dirección a Noruega (5.122 kilómetros); y la Eurovelo 8 o ruta mediterránea, que parte desde Cádiz hasta Atenas y Chipre (5.888 kilómetros). Las 15 rutas ciclistas que comprenden el proyecto suman unos 70.000 kilómetros, de los que más de 45.000 ya están en funcionamiento. La intención es conectar redes estatales para bicicletas ya existentes, creando un valor añadido y promoviendo el cicloturismo, un sector que genera un impacto económico de más de 44.000 millones de euros en todo el continente gracias a los 2.300 millones de viajes en bicicleta que se realizan anualmente.
En España, cuenta Jesús Freire, técnico del proyecto, “se han creado grupos de coordinación, uno para cada una de las rutas, y ya hay planes para poner en servicio tramos muy interesantes”, por lo que la iniciativa puede “incentivar las economías de los pueblos y ciudades por los que pasan”, añade. La ruta Eurovelo 8, explica Freire en una entrevista en Ciclosfera, “necesitará un empujón, ya hay más de 150 kilómetros de ruta señalizada en Gerona, pero la costa mediterránea es un reto desde el punto de vista urbanístico: está prácticamente colmada. Se barajan en este sentido otras opciones como que la ruta no vaya por primera línea de costa”.
“El cicloturismo se ha convertido en una prioridad en Europa porque supone fuente de ingresos y de creación de empleo de calidad”, asegura Adam Bodor, director de EuroVelo en Europa. Este proyecto supone “una oportunidad de modernizar y diversificar la actividad económica ligada al turismo desde los parámetros de la sostenibilidad”, apunta a su vez José Francisco Pérez, director gerente de la Agencia de Obra Pública del Gobierno andaluz, que colabora en la implantación de la red de rutas.
La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta es quien está desarrollando el proyecto europeo Interreg MED para fomentar cicloturismo en la ruta EuroVelo 8 —que es la que atraviesa la región— para así poder intercambiar experiencias y conocimientos entre los países que componen esta vía. Cada ruta tiene su propio Consorcio de Ruta, compuesto por administraciones locales, regionales o estatales, además de grupos ciclistas y asociaciones que colaboran en el trazado y ejecución de las vías.
Ahora mismo hay 15 rutas diseñadas, que recorren el continente de este a oeste y de norte a sur, y que son, excluyendo a las citadas anteriormente: la Eurovelo 2, o ruta de las capitales, que discurre desde Galway (Irlanda) hasta Moscú (Rusia), con una longitud de 5.500 kilómetros. La Eurovelo 4 va de Roscoff (Francia) a Kiev (Ucrania), con un total de 4.000 kilómetros de longitud. La Eurovelo 5, o ruta Romea Francígena, va de Londres (Reino Unido) a Brindisi (Italia), a lo largo de 3.900 kilómetros. La Eurovelo 6 es la ruta de los ríos y va desde Nantes (Francia) hasta el mar Negro (Bulgaria), a lo largo de 3.653 kilómetros.
Luego están la ruta del sol, o la Eurovelo 7, que conecta Noruega con Malta (7.305 kilómetros). La ruta del Báltico al Adriático (Eurovelo 9) tiene 1.930 kilómetros y va desde Polonia hasta Croacia. La Eurovelo 10 tiene 7.980 kilómetros y discurre entre Polonia y Lituania. La ruta de Europa del Este (Eurovelo 11) cuenta con 5.984 kilómetros, para conectar Noruega con Grecia. La Eurovelo 12, o ruta del mar del Norte, comprende 5.932 kilómetros en su recorrido a lo largo de las costas de Noruega hasta Escocia. La Eurovelo 13, o ruta del telón de acero, va de Noruega a Turquía (10.400 kilómetros); la Eurovelo 15, o ruta del Rin, tiene 1.230 kilómetros, desde Holanda a Suiza; y la Eurovelo 17, la última, que tiene 1.100 kilómetros, conecta Suiza y el sur de Francia.
“La mejor forma de defender los intereses de la bicicleta y proyectos de este tipo —señala Jesús Freire—, es colaborando con las organizaciones ciclistas de tu entorno. En España animo a que los ciclistas se sumen a ConBici, la coordinadora en defensa de la bicicleta. España debe mirar a Europa, sin complejos, de hecho hay ciudades españolas que no tienen nada que envidiar a otras ciudades europeas en uso de la bicicleta, solo hacen falta políticas públicas inteligentes y para eso, los ciclistas tenemos que hacer piña”.
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