Un atardecer en la viña, tabancos y tapas, un curso para aprender el lenguaje del 'sherry', manzanilla con Picasso y amontillado viejo con Goya. Una decena de planes para sumergirse en la cultura y en la tierra del jerez.

Florecen los sherry bar en Nueva York, Londres, Tokio y Madrid; ya no hay restaurante de nivel que se precie que no incluya jereces en su carta ni chefs de prestigio que no mariden algunos de sus platos con oloroso, cream o vinagre de Jerez. Los vinos del Marco salen del letargo de décadas y experimentan una resurrección internacional, como una especie de alegre revolución que les devuelve el estatus que nunca debieron perder. Pero para saborear en toda su amplitud estos caldos generosos tan singulares no cabe duda de que hay que ir al origen, pisar la tierra y descubrir este misterio en toda su dimensión. Ese fue el empeño hace una década de la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez, conformada por más de un centenar de empresas, instituciones y entidades locales, siendo consciente de que, hoy por hoy, el enoturismo no para de crecer frente a otras alternativas más convencionales. De hecho, el turismo que llega a Jerez no lo duda: la principal razón para venir a la ciudad es el vino, seguida del patrimonio y la gastronomía. 

"Desde su fundación, hace ahora diez años, la Ruta ha pretendido ser un ejemplo de colaboración público-privada, con un objetivo fundamental: maximizar el potencial turístico que tiene la cultura del vino en el Marco de Jerez y por tanto su capacidad de generar riqueza para nuestro territorio", aseguraba hace unos días César Saldaña, presidente de una iniciativa que incluye casi 40 experiencias ligadas a la cultura del sherry. Jerez, como capital del Marco, es el epicentro de la oferta, aunque esta también se extiende al resto del triángulo formado por Sanlúcar y El Puerto. Aquí van 10 propuestas de la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez para conmemorar su décimo aniversario:


Un Atardecer entre viñedos es algo mágico e irrepetible. Aplaudir la llegada del ocaso en un chill out de Ibiza puede resultar muy cool y gratificante, pero pisar tierra albariza rodeado de parras en los pagos donde se cría el misterio de Jerez es inolvidable. La propuesta, con un coste de 20 euros por persona que incluye transporte, se inicia con un recorrido por la campiña jerezana para descubrir la historia de la vendimia, sus gentes, y la vida en la viña, donde nace el vino, para desembocar en una degustación de caldos de la tierra acompañados de un delicioso aperitivo. La ruta es un plan ideal para el verano, lejos del mundanal ruido y a esa hora que por estos lares se conoce como la fresquita, en torno a las nueve de la noche. Si, por el contrario, lo que se pretende es vivir de primera mano La Vendimia en Jerez, nada mejor que observar, visitar e interpretar los pagos más emblemáticos del Marco durante la época de recolección, finales de agosto y principios de septiembre. La actividad cuesta 65 euros por persona e incluye un recorrido en 4x4 por los pagos jerezanos con monitor especializado, prismáticos, documentación de consulta, y un break a base de ibéricos y, cómo no, vino de la tierra. Tres horas y medias de inmersión en los benditos lugares donde se recoge el fruto de la vid.

Por 15 euros, uno puede adentrarse Con una copa en la mano en los 200 años de historia de Barbadillo, recorrer y absorber el olor de los muros de las bodegas sanluqueñas, e incluso catar cinco tipos de vinos. O, por el mismo precio, probar con la experiencia Brandies & Chocolate Passion, con la que no solo se puede viajar por el tiempo visitando las Bodegas Fundador, en Jerez, sino también degustar tres de sus mejores brandies en maridaje perfecto con una selección de tres chocolates del mundo. "La dulzura y acidez del cacao en armonía con las características de los brandies de Jerez será un auténtico placer para tus sentidos. Una experiencia más que memorable", proponen sin miedo a equivocarse los impulsores de esta ruta. Si lo tuyo no es el dulce, esta bodega también ofrece la experiencia Sherry & Cheese Lovers, ideal para los fanáticos del jerez pero también para los amantes del mejor queso.La Ruta del Vino y del Brandy del Marco de Jerez lo mismo permite combinar el singular y desconocido mundo de la apicultura con el sherry, que darse un atracón de marisco, pescaíto frito y vino seguido de una agradable partida en una bolera americana. Los foodies tienen posibilidad de aprender a elaborar las mejores recetas de la zona previo paso por el mercado central de abastos, e incluso disfrutar de los mejores jereces rodeados de la colección de relojes de El Palacio del Tiempo. Pero para llamativa, la experiencia The Language of Sherry. La academia jerezana Tenidiomas propone un divertido curso de español para convertirse en todo un experto en el lenguaje del Sherry. Harás tuyas las expresiones y frases hechas más típicas de la cultura y la historia que gira entorno al vino de Jerez. El curso, con un coste de 220 euros, permite poner en práctica los conocimientos adquiridos visitando bodegas como González Byass, la más visitada de Europa, y con catas comentadas de vino de Jerez. Ya por tu cuenta, también puedes demostrar tus conocimientos recorriendo la ruta Tabancos y Tapas, en la que además de adentrarte en estos santuarios tan genuinos del jerez disfrutarás de un paseo guiado por los principales monumentos de la ciudad: Alcázar, Catedral, plaza de la Asunción... Incluye por 30 euros, degustación en tres tabancos, algunos tan legendarios como El Pasaje, con una copa y un par de tapas en cada uno. 
Hay quien se toma las vacaciones como una carrera contra reloj para acumular visitas y saberes. Eso está genial. Pero de cuando en cuando, conviene relajarse y dejarse llevar. ¿Cómo hacerlo con vino de Jerez? Bueno, el fino dicen que agacha a la enésima copa pero, antes de llegar a ese extremo, casi mejor acudir a la experiencia Mímate con Chocolate y Pedro Ximénez. Por 90 euros, los Baños Árabes de Jerez proponen dentro de la Ruta un plan que contempla una hora de baño relajado con música y contrastes de temperaturas en el entorno único de esta bella casa del intramuros jerezano. Tras una profunda exfoliación corporal, te espera una tentadora e hidratante mascarilla de chocolate, seguida de un exquisito té a la menta y un masaje de 30 minutos, que completarán el ritual de belleza y relajación del hammam. El plan no acaba aquí. Para culminar la experiencia, hay que subir a la terraza chill out para disfrutar, degustando bombones al Pedro Ximénez, de las impagables vistas de la Catedral de Jerez y de la mayor veleta del mundo, en González Byass.

La leyenda reza que los ancianos cartujos acudían a esta finca cuando estaban próximos a su muerte para dar el 'salto al cielo'. Este rincón de la campiña jerezana, que acabó llamándose Salto al Cielo, posee una ermita de gran belleza, conocida como la 'Cartuja chica'. También allí se dice que nacieron los auténticos caballos cartujanos. Por 200 euros por persona, la experiencia Salto al Cielo ofrece la oportunidad de pasear a lomos de un auténtico caballo cartujano, recorriendo las tierras que han visto nacer los mejores vinos jerezanos. En la emblemática finca, un hermoso espacio para la contemplación del paisaje e incluso la meditación, puedes visitar la histórica capilla de estructura circular y una antigua plaza de toros, paseando entre ganado. Después, la ruta añade la visita a la bodega Conde de Peraleja, donde habrá degustación de los mejores vinos del Marco acompañados con tapas al estilo jerezano.
La crianza del jerez es un arte y su cultura, un abanico abierto a muchas otras manifestaciones artísticas, por ejemplo a la pintura. ¿Sabes que puedes contemplar un Goya o un Greco en una bodega jerezana dedicada a los vinos de más de 30 años y, sin acabar la ruta, maravillarte en otro complejo bodeguero con la serie de grabados Suite Vollard de Picasso? Es posible con la experiencia Jerez, Goya, Picasso... Por 47 euros por persona, puedes dedicar la mañana a sumergirte en el arte del vino y la pintura. Junto a un guía especializado, además de visitar los monumentos principales de Jerez, te trasladarás al Rincón Malillo, a Bodegas Tradición, para recrearte en sus tesoros enológicos y pictóricos. Su colección de pintura española (Velázquez, Goya, Zurbarán...) está al nivel de sus generosos caldos de vejez calificada y certificada. Más tarde, espera el complejo del Grupo Estévez, algo alejado del centro, pero que atesora en sus naves a la reina de la manzanilla, La Guita, y a la Suite Vollard de Picasso. Aparte de los cien grabados, Estévez acumula en su colección obras de Zuloaga, Miró, Dalí, Sicilia, Tàpies, Oteiza y Botero. Una deliciosa mezcla de arte clásico y contemporáneo en diálogo con vinos jóvenes y muy, muy viejos. Como el Marco de Jerez, entre la tradición y la vanguardia, con muchos años a sus espaldas para poder ser cada día más moderno y atractivo.

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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