Lolita Flores atraviesa un gran momento profesional. Acaba de estrenar en Netflix la serie Las invisibles, y prepara una obra de teatro para otoño. Colmado el deseo de que su madre, la genial Lola Flores, tuviera un museo en su ciudad natal, todo lo que le rodea va viento en popa. Quizás por eso se permite mostrarse en su cuenta de Instagram con seguridad y sin complejos.
"He llegado a casa, me lo he probado y me queda bien, entre mi Miguel que me da caña con los ejercicios, mis nietos, el trabajo, mi cabeza, y la dieta, creo que dentro de una semana que me voy de vacaciones mientras estudio algo, que no puedo contar, me lo voy a poner". Se refiere a su bikini, que no ha dado en ponérselo en casa y hacerse un selfi que ha subido a su cuenta de esta red social.
Y ha añadido: "65 y orgullosa, sobre todo de mi genética; no necesito playa para hacer un posado de verano, aquí lo tenéis. Buena noches y buena semana".
Las reacciones no se han hecho esperar, y algunas, como la de la presentadora Anne Igartiburu, demuestran el tirón que tiene Lolita en todo lo que toca, hasta en las fotos domésticas y más íntimas. "Única! Siempre! Brava!", le ha escrito la comunicadora de origen vasco.
