La divertida historia de Pitingo y Manolo Escobar y su versión más especial de 'Mi carro'

El invitado de Toñi Moreno en 'Gente Maravillosa' recordó el día que se encontró a Manolo Escobar junto a su abuela y explicó que siempre cantaba sus canciones de pequeño

Pitingo en un momento del programa 'Gente Maravillosa'.
17 de julio de 2025 a las 11:43h

Pitingo fue el invitado especial de Toñi Moreno durante la noche del miércoles en Gente Maravillosa, donde fue protagonista de una cámara oculta, además de regalar momentazos y anécdotas divertidísimas. 

“Tengo por aquí esta caja, a ver a qué lugar de tu vida te lleva”, le dijo la presentadora al artista. “¡El disco de Manolo Escobar!”, se sorprendió el ayamontino. “Me recuerda a mi abuela, que ella decía que él era su novio”, recordó. 

De hecho, un día, Pitingo y su abuela se encontraron al cantante en la Plaza Mayor, donde no dudaron en pararle. “Ella era una gitana muy graciosa, y le dijo que tenía muy buena cabeza, pero no de pelo, sino igual de grande que en la televisión”, se reían tanto el invitado como Toñi Moreno. 

La versión más especial de 'Mi carro'

“Los vecinos estaban hartos porque cantaba Mi carro todo el rato”, confirmó, tras las sospechas de Toñi. “¿Podrías cantar un poquito?”, le preguntó. Pitingo se ató los machos y se atrevió a hacer una original versión del mítico tema de Manolo Escobar a modo de blues, como se puede ver en el siguiente vídeo: 

“Pude conocer a Manolo Escobar, era una gran persona”, declaró el cantante tras la aplaudida versión, la cual le animaron a sacarla. “Siempre la cantaba, y a un cuponero lo tenía harto”, añadió otra pequeña historia”. 

Cuando era más pequeño, Pitingo aprovechaba para molestar al cuponero, que, además, era ciego. “Yo me ponía a hacer el ritmo en sus cajas y me decía: ‘¡vete ya, me cago en…!”, se desternilló al terminar la anécdota. 

La cámara oculta de Pitingo

En su cámara oculta, el equipo de Gente Maravillosa le organizó una tensa situación de discriminación. Estaba en un bar con un amigo suyo, y en la mesa de enfrente, dos mujeres increpaban a otro comensal por su aspecto físico, dado que tenía la cara quemada

Pitingo no dudó en defender al hombre, llegando a ofrecerle que se sentara junto a él en su mesa e invitándole a comer junto a su amigo. Cuando salieron las cámaras, se dio un gran susto, pero se mostró alegre de que no fuera una situación real, por la injusticia que conllevaba. 

Sobre el autor

Míriam Bocanegra

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