Andalucía multiplica sus rincones fotogénicos con una tendencia que se ha extendido desde la montaña hasta la costa: los miradores con columpios. Estos espacios, concebidos para disfrutar del paisaje de una forma distinta, se han convertido en uno de los reclamos turísticos más buscados en redes sociales. No son parques infantiles, sino balcones al horizonte donde el visitante se balancea frente a valles, embalses o el propio mar.
En los últimos años, distintos municipios andaluces han apostado por instalar columpios en enclaves naturales de gran belleza, generando puntos de observación únicos. Desde la calma de la Alpujarra granadina hasta el litoral malagueño, pasando por el corazón de Córdoba o las sierras jiennenses, la fórmula se repite: naturaleza, diseño sencillo y un marco perfecto para la fotografía.
Iznájar (Córdoba)
En el Paseo Donantes de Sangre, en el municipio cordobés de Iznájar, se levanta uno de los columpios más románticos de Andalucía. Con forma de corazón y orientado hacia el embalse -conocido como el “Lago de Andalucía”-, ofrece una panorámica inigualable del agua, el castillo y el casco histórico del pueblo blanco. Inaugurado recientemente, este mirador se ha convertido en parada obligada para quienes buscan capturar un atardecer perfecto o disfrutar de la tranquilidad que desprende el entorno.
Lanjarón (Granada)
El Mirador del Visillo, en Lanjarón, es otro de los grandes protagonistas de esta tendencia. Situado a las puertas de la Alpujarra, el columpio se asoma a un valle frondoso y a las montañas que lo rodean, convirtiéndose en un rincón muy frecuentado por excursionistas y amantes de la fotografía. Su sencillez contrasta con la magnitud del paisaje, un marco natural que resume la esencia más pura del sur granadino.
Torres (Jaén)
En pleno corazón de Sierra Mágina, el municipio de Torres presume de tener el columpio más grande de la provincia de Jaén. Instalado en un mirador natural, permite contemplar un horizonte de olivares interminables y cumbres que cambian de tono según la luz del día. Su estructura de madera y su ubicación privilegiada lo han convertido en un icono local y en una de las paradas imprescindibles para quienes recorren esta comarca jiennense.
Manilva (Málaga)
En la Reserva Ecológica de las Playas de Manilva se encuentra uno de los columpios más virales de la región. Suspendido frente al mar, este sencillo asiento de madera permite balancearse con el Mediterráneo a los pies y, en los días despejados, divisar el Peñón de Gibraltar en el horizonte. Es un rincón que combina mar, aire y libertad, perfecto para quienes buscan un punto de vista distinto del litoral andaluz.
Los miradores con columpios se consolidan así como una nueva forma de disfrutar del paisaje andaluz. No solo ofrecen una imagen idílica para las redes sociales, sino también una invitación a detenerse, mirar y sentir el territorio desde otra perspectiva: la de quien se balancea entre el cielo y la tierra.
