El nutricionista Pablo Ojeda, que padeció bulimia, confiesa su peor adicción

El nutricionista Pablo Ojeda ha roto el silencio sobre su historia personal marcada por la adicción al juego y los trastornos alimenticios en su infancia

El nutricionista Pablo Ojeda, en un antes y un después que él mismo publicó en la red social X, confiesa su peor adicción.
06 de mayo de 2025 a las 06:35h

El nutricionista Pablo Ojeda ha roto el silencio sobre su historia personal marcada por la adicción al juego y los trastornos alimenticios en su infancia. Lo ha hecho en una entrevista con Cristina Pardo e Iñaki López, en Más vale tarde de La Sexta, a raíz de la publicación de su libro Cuando me alimenté del juego, donde relata con crudeza una experiencia que lo ha acompañado durante gran parte de su vida.

En el libro, Ojeda describe su batalla contra la ludopatía, una adicción que logró dejar atrás hace una década. “Llevo 10 años rehabilitado”, afirma con contundencia, tras haber superado un proceso complejo que ahora cuenta “con todo lujo de detalles” como parte de su compromiso con la visibilización de estas enfermedades silenciosas.

Una infancia marcada por el sufrimiento

Pero la ludopatía no fue el único desafío al que se enfrentó. Desde niño, Ojeda experimentó una relación problemática con la alimentación, una lucha que comenzó tras una operación de rodillas a los 16 años, que lo obligó a pasar varios meses en silla de ruedas. Durante ese tiempo, aumentó de peso y recibió comentarios crueles por parte de sus compañeros.

Hay niños que somos más sensibles y no nos pueden educar igual”, reflexiona el especialista, que recuerda cómo su fragilidad emocional lo empujó a adoptar conductas autodestructivas. “En una mente de un niño sin ningún tipo de recurso ni habilidades emocionales, lo que pensaba en los años siguientes era estar delgado”, explica. Esa obsesión derivó primero en dejar de comer y más tarde, en bulimia.

La secuencia fue devastadora. Tras la bulimia, Ojeda cayó en un periodo de obesidad extrema, llegando a alcanzar los 140 kilos. “Nunca trabajé el tema de la alimentación y me persiguió desde pequeño”, reconoce el nutricionista, quien asegura que su historial personal fue determinante para dedicarse hoy en día al mundo de la nutrición.

De la experiencia al propósito profesional

Lo que comenzó como un sufrimiento en silencio se ha transformado ahora en una vocación. Ojeda afirma que ayudar a los demás a encontrar un equilibrio saludable en su alimentación es parte de su proceso de sanación y una manera de dar sentido a su historia. “Por eso hoy me dedico a la nutrición”, concluye, convencido de que compartir su experiencia puede ser útil para quienes atraviesan situaciones similares.

El testimonio de Pablo Ojeda se suma a los de otras figuras públicas que han decidido hablar abiertamente sobre salud mental, adicciones y trastornos alimentarios. Una conversación cada vez más necesaria en una sociedad que comienza a comprender que la vulnerabilidad no es debilidad, sino una puerta a la empatía y la recuperación.

Con su libro y su testimonio público, el nutricionista pretende romper tabúes y ofrecer herramientas a quienes aún sufren en silencio. Una historia de superación que interpela directamente a los modelos educativos, sanitarios y sociales que durante años han silenciado este tipo de sufrimiento.

Sobre el autor

F. Jiménez

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