Este 30 de mayo, Netflix lanza la película La viuda negra, un thriller basado en hechos reales sobre el asesinato ocurrido en el barrio de Patraix en 2017. La película, que promete atrapar a los espectadores con su historia real y llena de giros, tiene como protagonista a Carmen Machi, quien interpreta a Eva Torres, una policía encargada de resolver el misterio detrás del crimen de Antonio Navarro Cerdán.
El caso que da vida al thriller comenzó en 2017, cuando Antonio Navarro, un ingeniero, fue asesinado en su garaje en el barrio de Patraix, Valencia. Su esposa, María Jesús Montero Cantó —a la que da vida en la pantalla Ivana Baquero—, más conocida como Maje, fue condenada en 2018, junto a su amante, Salvador Rodrigo. La mujer fue hallada culpable de ser la instigadora del asesinato, mientras que Salvador, el amante de Maje, fue condenado como el autor material del crimen.
Un matrimonio problemático y una relación paralela
Maje, quien trabajaba como enfermera en el Hospital Casa de la Salud de Valencia, estaba casada con Antonio Navarro desde septiembre de 2016, cuando ella tenía 26 años y él 37. Sin embargo, Maje mantenía una relación paralela con Salvador, un hombre casado y con una hija adolescente. Según el escrito de acusación, Salvador estaba profundamente enamorado de Maje, lo que lo llevó a una dependencia emocional extrema.
Para convencer a Salvador de que matara a su marido, Maje manipuló la situación, haciéndole creer que Antonio la maltrataba. Le aseguró que la situación en su hogar era "insostenible", cuando en realidad nunca había querido a su esposo. En una declaración ante la policía, un ex amante de Maje antes de su matrimonio con Antonio reveló que ella le había confesado que se casó solo para experimentar cómo era ser novia, y que nunca tuvo intenciones de amar a Antonio.
El asesinato y los primeros indicios
El 16 de agosto de 2017, el cuerpo de Antonio Navarro fue encontrado en el garaje de su casa, apenas 23 días después de casarse. La policía rápidamente descartó la posibilidad de un robo y comenzó a investigar el entorno de la víctima. Fue durante esta investigación cuando las autoridades intervinieron una llamada telefónica entre Maje y un compañero de trabajo que resultó ser clave en la resolución del caso.
Maje había convencido a Salvador de que matara a su marido para poder acceder a los seguros de vida de Antonio. Tras su muerte, Maje recibiría casi un tercio de los bienes de Antonio, además de una paga de viudedad mensual de 1.600 euros. Ese día, Antonio bajó a su garaje para coger el coche rumbo al trabajo, y allí encontró a Salvador, quien, armado con un cuchillo, le asestó seis puñaladas, una de ellas en el corazón. El ataque fue sorpresivo y rápido, según los forenses.
El juicio mediático y la revelación de los secretos de Maje
Tras el crimen, los medios comenzaron a cubrir el caso con detalles íntimos sobre los amantes de Maje y su vida personal. Durante las investigaciones, se descubrió que Salvador no era el único amante de Maje. La viuda, de hecho, mantenía relaciones con varios hombres, aprovechando su turno nocturno en el hospital. Además de Salvador, Maje tenía vínculos con un fisioterapeuta, un publicista y un guardia urbano, lo que dejó entrever una obsesión por el sexo y el dinero.
Maje, una mujer imperturbable tras el crimen
Apenas 23 días después del asesinato de su esposo, Maje fue vista en una discoteca de Alicante, disfrutando de la fiesta. Allí, conoció a un guardia urbano con quien tuvo relaciones sexuales esa misma noche. Este comportamiento generó aún más desconcierto entre los investigadores y el público, que no comprendía cómo Maje podía continuar con su vida de forma tan despreocupada.