Netflix ha suspendido el estreno de la miniserie Angi: crimen y mentira, previsto para el jueves 1 de mayo, tras una orden judicial que impide su emisión. La medida se produce como consecuencia de la denuncia presentada por María Ángeles Molina, conocida como Angi, quien fue condenada por el asesinato en 2008 de su compañera de trabajo Ana Páez. Molina solicitó la paralización de la serie al considerar que se habían utilizado imágenes personales anteriores al crimen sin su consentimiento.
La plataforma ha confirmado que el proyecto queda sin fecha de lanzamiento y ha retirado el contenido de su catálogo. Además, los avances promocionales que se encontraban disponibles en YouTube han sido eliminados, dejando fuera del acceso público todo el material relacionado con la producción.
Dirigida por Carlos Agulló y producida por Brutal Media, la miniserie se compone de dos episodios centrados en dos acontecimientos separados en el tiempo: la muerte en 1996 del esposo de Molina, el empresario Juan Antonio Álvarez Litben, y el asesinato en 2008 de Ana Páez, compañera de trabajo de la condenada.
La historia
La narrativa se construye a partir de 18 testimonios, entre ellos los de cuñadas de Molina y agentes de los Mossos d’Esquadra. Sin embargo, la serie no incluye declaraciones de la propia reclusa, ni de su hija, su abogado, o representantes de la Policía Nacional, que llevó a cabo la investigación del fallecimiento de Álvarez Litben.
La decisión judicial pone en pausa un proyecto que buscaba reconstruir dos crímenes que marcaron la vida de Molina, y plantea interrogantes sobre los límites legales en el uso de material personal en producciones documentales. Es el segundo caso de estas características que se da en España en las últimas semanas. El primero fue relacionado con el crimen de José Bretón y el libro donde realiza su confesión.