Lo que empezó como una broma infantil terminó con una carta oficial de la Presidencia del Gobierno. El presidente Pedro Sánchez ha respondido en La Revuelta, el programa de David Broncano, a la curiosa petición de Julia, la hija de Jorge Ponce, quien le pidió ayuda para convencer a su profesora de que dejara a las niñas de su clase “hacer lo que quisieran”.
La pequeña, de siete años, escribió una carta a su profesora haciéndose pasar por el propio Sánchez con la frase: “Soy Pedro Sánchez, obligo a Sonia que deje que hagan lo que quieran”. Sin embargo, preocupada porque su letra “de niña” la delatara, pidió a su padre que la reescribiera.
Jorge Ponce aprovechó el programa para lanzar una petición directa al presidente. “Pedro, en un rato que saques entre sesiones, mientras aparcas el Falcon, ¿podrías escribirle una carta a la profe de mi hija? Con la de veces que lo has hecho por Begoña”, bromeó el colaborador ante Broncano y el público.
Una respuesta presidencial con humor
Contra todo pronóstico, Pedro Sánchez recogió el guante. El presidente envió a La Revuelta un vídeo y una carta con el sello oficial de Moncloa. En el vídeo, felicitaba a Julia “por su capacidad de escritura, que seguro que es mejor que la de su padre”, y confirmaba que cumpliría su petición.
En la carta dirigida a la profesora de la niña, el presidente escribió: “Por favor, deja a las niñas hacer lo que quieran. Osino te mandaré a Broncano y Ponce como alumnos, que no les vendría mal repasar algunos conceptos”.
La misiva terminaba con la firma: “Pedro Sánchez, obligo”, e incluía una posdata agradeciendo a los docentes su labor educativa.
Entre la broma y la política
El gesto del presidente generó carcajadas en el plató y un comentario irónico de Ponce, que calificó de “papelón” la situación de la profesora. Broncano aprovechó el momento para recordar que las competencias en materia educativa pertenecen a las comunidades autónomas, invitando con humor a Isabel Díaz Ayuso a enviar su propia carta.
Pero Ponce no perdió la oportunidad de lanzar un mensaje más serio: “Mi otra hija me ha pedido, presidente, que si puede hacer algo con el tema de la vivienda, pero sin chiste. Que no me tenga que morir yo para que pueda tener su propia casa”.