Cuatro meses después de que se hiciera pública su denuncia por presunta agresión sexual contra Alfonso Villares, conselleiro do Mar de la Xunta de Galicia, Paloma Lago ha roto su silencio mediático. La modelo y presentadora eligió una cita de peso para volver a las cámaras: la IV edición de los GreenWalk Awards, celebrada en el Centro Comercial Xperience Sant Boi (Barcelona).
La gallega fue la encargada de conducir la gala organizada por NHood, unos premios que promueven la sostenibilidad en la industria de la moda. Tal y como había adelantado en sus redes sociales, a las 19:00 horas apareció sobre el escenario para presentar el desfile de 11 estudiantes que competían por un curso en la prestigiosa Central Saint Martins de Londres.
Un regreso discreto pero elegante
Entre los miembros del jurado destacaron figuras como Gabriel Nogueiras (Rubearth), el artista multidisciplinar Eduardo Jairycovich y el diseñador español Alejandro Palomo, de Palomo Spain. Junto a ellos, Lago se convirtió en protagonista de la noche gracias a su papel como maestra de ceremonias.
Para la ocasión, apostó por un look en marrón chocolate, el color de la temporada. Lució un vestido midi de manga larga y escote asimétrico de Carla Ruiz Costura, con abertura lateral en la falda. El estilismo lo completó con joyas maxi en tono dorado de la boutique de su amiga Nuria Espasandín y un clutch de Lola Casademunt.
La organización destacó su perfil profesional con un comunicado: “Modelo y embajadora de estilo, Paloma ha brillado en programas de Tele 5, Antena 3, TVE y en radios como Cope y Onda Cero. Además, ha sido imagen de campañas de L’Oréal Paris, Patek Philippe o Saloni. Su experiencia la convierte en la compañera perfecta para vivir la moda sostenible en directo”.
Su vida tras la denuncia
Pese a su vuelta al trabajo, Lago mantuvo un absoluto silencio sobre el proceso judicial. Una estrategia de discreción que ha seguido desde el pasado 4 de junio, cuando Villares convocó una rueda de prensa para confirmar que estaba siendo investigado, minutos antes de que La Voz de Galicia revelara la identidad de la denunciante.
Durante estos meses, Paloma Lago se refugió en su casa de Ferrol, evitando los focos mediáticos. Solo se ha dejado ver a través de algunos stories en Instagram, donde compartió paseos en bici, escapadas a la costa gallega e incluso una fractura de radio.
La de Barcelona ha sido su primera aparición pública tras aquel episodio, un regreso marcado por la moda, la sostenibilidad y un silencio que todavía se mantiene mientras avanza el proceso judicial.