Elena Maraga, exprofesora de una escuela infantil católica en Treviso (Italia), ha presentado una denuncia ante la Fiscalía tras considerar que fue despedida de manera injusta al hacerse público su perfil en la plataforma OnlyFans. Según ha informado Corriere del Veneto, la denuncia no va dirigida contra una persona concreta, pero está orientada hacia quien ella considera el principal responsable del daño sufrido.
“La denuncia ante la Fiscalía contiene varios cargos”, explicó Marco De Boni, abogado de Maraga, “aunque no se trata de una denuncia contra una persona específica. Será la Fiscalía quien identifique al responsable”. El caso ha generado una intensa polémica en Italia, donde el debate sobre los límites de la vida privada y profesional se ha encendido.
La difusión de las imágenes, clave en el despido
Según la versión de Maraga, todo comenzó cuando el padre de una alumna accedió a su perfil en OnlyFans y posteriormente compartió las imágenes en un grupo de WhatsApp de padres vinculado a un equipo de fútbol. “Nunca he publicitado ese perfil”, afirmó la exdocente, quien asegura que fue la esposa del padre quien acabó informando al colegio sobre la cuenta.
Tras la difusión no consentida de las imágenes, la dirección del centro escolar decidió rescindir su contrato, alegando una “desviación respecto a los principios éticos de la institución”. Maraga ha impugnado el despido y reclama una indemnización por despido improcedente, alegando que la difusión pública de su contenido supuso un claro acto de difamación que deterioró su imagen profesional.
Además de la denuncia principal, ha iniciado acciones legales contra tres personas que habrían publicado comentarios ofensivos en redes sociales. Estas querellas se han presentado de forma individual. “Los usuarios pueden expresar su opinión, pero no deben ir más allá”, advirtió Fabrizio Dumas, portavoz del sindicato Cub, que ha salido en defensa de la profesora.
Cambio de rumbo y auge en redes sociales
A pesar de la presión mediática y legal, Maraga ha decidido dar un giro a su vida profesional. Ha fundado su propia empresa, Elemara Srls, y ha comenzado a firmar acuerdos con agencias y organizadores de eventos. Entre sus primeras apariciones destaca su participación en el bar de topless Maxim, en Jesolo, lo que podría marcar el inicio de una nueva etapa más pública.
Su cuenta de Instagram también ha experimentado un fuerte crecimiento: de 6.000 seguidores ha pasado a más de 45.000. En uno de sus vídeos más virales, Maraga lanza una crítica directa a quienes la señalaron: “También pagaron para verme, y todo esto es realmente vergonzoso. Me han hecho pasar por prostituta... ¿quién es la inmoral?”.
La profesora insiste en que lo que le ha ocurrido a ella afecta a muchas mujeres que son juzgadas y sancionadas por sus decisiones personales. “Estoy cansada de las injusticias que he sufrido y sigo sufriendo. Seguro que hay muchas mujeres que, como yo, se han sentido condenadas o castigadas socialmente, mientras que a los hombres no se les exige lo mismo”.