Tiemar pasará de tener 50 metros cuadrados de local a 250, dividido en dos plantas. Pero es que además de ganar espacio, también se traslada a un enclave, concretamente junto a la plaza Aladro, donde conformará el tridente de la alta cocina jerezana. Junto con los restaurantes Mantúa (Israel Ramos) y Lú Cocina y Alma (Juan Luis Fernández) —el primero en ganarpla una estrella Michelín en Jerez—, Tiemar despliega su creatividad en los fogones para convertir la plaza Aladro en el triángulo gastronómico de las Bermudas, donde todo comensal se perderá en una odisea de sabores.
El chef Isidro López, con tan solo 25 años, dio el paso de montar una gastrofábrica en la calle Sierra del Aljibe —a tiro de piedra de la pizzería Carmelo—, con una cocina moderna, pero sobre todo, muy diferente. En su carta no hay nada académico, salvo las técnicas, y sí mucha intuición. Y en tan solo un año de vida, ya ha decidido cambiar de localización y agrandar eñ negocio, que, al parecer, ya se le ha quedado pequeño. López explica en el blog gastronómico Cosas de Comé, que llevaba mucho tiempo buscando un local alternativo al que ya ocupaba, y que le surgió la oportunidad de mudarse al número 10 de la calle Rosario.
Dicho y hecho. Ahora mismo se encuentra reformándolo, dándole un toque urbano, sobre todo la planta baja, ya que servirá una comida más callejera. No obstante, la segunda planta será algo más formal y clásica, del modelo de restaurante con menú degustación y precio cerrado. Según el digital gastronómico, la zona de abajo será el gastro-soho y la de arriba será bautizada como el Restuarante Gastronómico de Isidro López. El chef adelantó en la SER, en el programa A Boca Llena de Eugenio Camacho, que espera terminar pronto las reformas y reabrir el nuevo concepto de Tiemar, después de la Feria del Caballo.
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