El bar de Sevilla donde sentirte "como en casa de tu abuela" con "los sabores de la comida de tu madre"

La Mari Carmen nace en la calle Amor de Dios, de la mano de una madre y una hija en 2021, con el objetivo de compartir cariño y comida en el barrio cada día

Mamen y Sara, una mañana en La Mari Carmen de Sevilla.
Mamen y Sara, una mañana en La Mari Carmen de Sevilla. MAURI BUHIGAS

Aquí la cosa va de Maricármenes. De la madre y de la hija. Un proyecto que nace como 'regalo de Reyes' particular, el 6 de enero de 2021, para repartir comida casera y cariño al barrio. Concretamente el que comprende la Alameda y calle Feria, aunque la cocina de La Mari Carmen trascienda a toda Sevilla con su servicio a domicilio. 

A Mari Carmen hija, de 33 años, en realidad la conocen como Mamen y es una cara popular entre los establecimientos hosteleros de la zona, por haber trabajado como encargada de sala. "Llevo toda la vida dando de comer", expresa mientras ultima los preparativos para arrancar el día  en su negocio. El local, situado en el número 38 de la calle Amor de Dios, es pequeñito, pero resultón. Cuenta con cuatro mesas en su salón y un par de barras en la entrada, una disposición perfecta para degustar los guisitos y las tapitas que preparan este grupo formado por cuatro mujeres.

"Decidimos montar esto por dos razones: la primera por el fenómeno que está ocurriendo en la mayoría de ciudades europeas con la globalización y la turistificación masiva, donde casi todos los negocios son iguales y empiezan a multiplicarse las franquicias. Y, por otro lado, me hacía mucha ilusión compartir algo tan nuestro, tan de los sabores de mi madre, tan auténtico y de verdad", expresa Mamen, que explica que su madre comenzó esta andadura con ella porque estaba con tiempo y se encontraba bien. "Me quiso acompañar y de valiente se metió aquí conmigo, me enseñó todas sus recetas y es lo que estamos vendiendo y compartiendo en el barrio", añade.

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La Mari Carmen es un negocio gestionado y trabajado por mujeres.   MAURI BUHIGAS

En un principio se planteó como un negocio de comida para llevar. "Enfocado a la gente que vive sola o comparte piso y no puede hacerse una olla de guiso, pero que al menos tuviesen el de mi madre", precisa Mamen, quien asegura que una vez abrieron, se dieron cuenta de que a la gente "le gustaba a estar aquí, así que empezamos a incluir más vinos y quedó más como sitio de comida". Mamen lo define como "un bar muy chiquitito y muy familiar llevado desde el corazón, donde si vienes no es solo a comer, sino a compartir y estar con nosotras". En La Mari Carmen defienden una filosofía sostenible y conservacionista, por eso todo lo que hay es reciclable o reciclado. "La vajilla y la decoración son de casa de mi abuela, excepto las láminas que son de artistas locales, y luego la comida, hecha con recetas de mi madre", apunta. Vaya, más como en casa no se puede estar...

Porque no hay mejores espinacas con garbanzos en el barrio que en La Mari Carmen, al menos, no con tanto cariño y poderío. O su salmorejo, o la alboronía, "la madre de todos los pistos", anota Mamen, que enumera alguno de los guisos del día que suelen tener disponibles: "Hacemos lentejas, chícharos con langostinos, guisantes con alcachofas...". También destaca sus "bocatitas" con nombres de tonadilleras andaluzas. Y cómo no, las patatas fritas caseras, tan preciadas por su clientela. "Intentamos hacer versiones vegetariana de todos los platos, excepto de los que no se pueden hacer", aclara. Para los más dulceros, les gustará saber que cuentan con tartas caseras elaboradas por KTartas, un pequeño obrador gestionado por una madre y su hija en Triana. 

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Sara, una de las cocineras de La Mari Carmen.  MAURI BUHIGAS
MARICARMEN FINAL 5
Alboronía, "la madre de todos los pistos", uno de los guisos que se ofrecen en La Mari Carmen.   MAURI BUHIGAS

Las croquetas son lo que mejor funciona en la carta. "Ahora mismo las tengo de roquefort con nueces, de puerro, de carrillada, de chorizo...", comenta Mamen, que asegura que la clave de su éxito está el carácter casero, "ya que en muchos sitios las ponen congeladas y eso, al final, se nota". Los horarios de este establecimiento son de 13:00 horas a 16:30 y de 20:30 a 23:30, cerrando los martes. "Aunque en verano, como esto se queda desierto, vamos a ser las funcionarias del barrio porque vamos a trabajar de lunes a viernes, almuerzo y cena, y los fines de semana, como se va todo el mundo, nosotras también", apunta entre risas.

En La Mari Carrmen se deprende orgullo y alegría desde la puerta, con sus macetas llenas de plantas y sus banderas LGTBIQ repartidas por todo el espacio. Respecto a la clientela, Mamen asegura que es muy diversa y que, aunque no tengan carta en inglés, hay mucho guiri que se interesa por el bar y entra a pedir. "Tengo mucha suerte porque al final, como el proyecto es un pelín político, es cierto que el público más rancio viene menos, pero el que viene, lo valora y es tolerante", aprecia esta trabajadora, que resalta que "es una suerte tener tanto cariñito en el bar". 

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Mamen durante la entrevista con lavozdelsur.es.   MAURI BUHIGAS

Es la una menos cuarto de la tarde y las niñas de La Mari Carmen se preparan para su jornada del viernes. Antes de despedirse, Mamen quiere recordar algo: "Aunque la gente se piense que esto es un parque temático, somos muchos vecinos y vecinas que vivimos aquí, Alameda, Feria, Macarena y el Pumarejo son uno al final". 

Sobre el autor:

Carmen Marchena

Carmen Marchena

Gaditana. Periodista feminista por vocación y compromiso. Empecé en las redacciones de Ideal Granada y Granada Hoy. He pasado por eldiario.es/Andalucía. Parte de El Salto Andalucía desde sus inicios. Tengo dos ídolas: mis abuelas Carmeluchi y Anita. Defensora de los Derechos Humanos y la Memoria. Sin más dilación, papas con choco o barbarie.

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Comentarios (2)

Santi Hace 1 año
Está bien que tengan versiones vegetarianas de los platos, pero tendrían que tener cuidado con los quesos que ofertan (especialmente los curados), porque muchos no son vegetarianos al llevar cuajo animal (mucosa del estómago de cabrito payoyo y otras crías de rumiantes, a las que matan para sacarles curar los quesos)
José Hace 1 año
Esa es la actitud y el camino de lo sencillo, lo humano y lo solidario, si queremos tener una oportunidad de futuro. Felicidades a la Mari Carmen y a la autora Carmen.
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