Una frutería en una foto de archivo.
Una frutería en una foto de archivo.

Así de tajante ha sido Bernhard Url, el director de la Agencia Europa de Seguridad Alimentaria (EFSA). Este estamento público europeo evalúa, informa, investiga y emite estudios sobre los riesgos y problemas que nos encontramos en los alimentos. Entonces, es el poder político el que debe de legislar en función de los informes emitidos por este organismo.

De esta forma, ya tenemos la visión de un organismo oficial sobre este asunto. Hasta el momento, diversos estudios científicos han demostrado que no existe una evidencia clara y objetiva del asunto.

¿Sabes qué es un alimento ecológico?

Un alimento o producto ecológico es aquel que resulta de una producción ecológica. Mal no empezamos. Lo peor es el enjambre de legislación que aborda este asunto. El Reglamento que actualmente rige este tipo de producciones es el Reglamento 848/2018 sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos. En él se describe que la producción ecológica viene determinada por los siguientes principios.

a) producción de alimentos ecológicos a partir de ingredientes agrarios ecológicos;

b) restricción del uso de aditivos alimentarios, de ingredientes no ecológicos que tengan funciones fundamentalmente técnicas y sensoriales, así como de micronutrientes y coadyuvantes tecnológicos, de manera que se utilicen en la menor medida posible y únicamente en casos de necesidad tecnológica esencial o con fines nutricionales concretos;

c) exclusión de sustancias y métodos de transformación que puedan inducir a error sobre la verdadera naturaleza del producto;

d) transformación escrupulosa de alimentos ecológicos, preferentemente utilizando métodos biológicos, mecánicos y físicos;

e) exclusión de los alimentos que contengan nanos materiales artificiales o estén compuestos de estos.

Saliendo de normativa y viajando a la práctica, un producto ecológico es aquel que, al cumplir con el reglamento anterior, es certificado por auditores independientes y, si pasan los controles satisfactoriamente, se obtiene un sello donde se certifica que el producto cumple con todo lo anterior.

Ni más ni menos saludables

Los diferentes estudios que afirman que los alimentos producidos de forma ecológica tienen mayores beneficios nutricionales son contrariados con estudios que afirman totalmente lo contrario. Cuando en ciencia ocurre situaciones de este tipo, se deduce que no existe una diferencia constatable que sostenga que uno de los dos tipos de producciones sea más saludable que la otra. Es más, existen evidencias científicas que aplauden esta afirmación. Dada la variedad de alimentos, no se puede conocer con exactitud si los alimentos ecológicos son más saludables que los producidos en condiciones industriales.

Lo único que si se mantiene estable es acerca de la sostenibilidad del sistema. No existe duda alguna que la producción de un alimento ecológico está más en consecuencia con mantener un equilibrio con el ambiente que lo rodea.

¿Y en cuanto a la seguridad?

El director de la EFSA vuelve a asegurar que no existen diferencias en este aspecto. En la actualidad, se dispone de un sistema de seguridad alimentaria con el mejor nivel de seguridad alimentaria. Nunca hemos podido disponer de alimentos tan seguros como en la actualidad. La seguridad de los alimentos en Europa es un hecho. En relación al volumen de mercado que se mueve hoy en día, se producen muy pocas alertas alimentarias. Además, en un reciente estudio sobre pesticidas en la UE, se han analizado más de 85.000, de los cuales, el 96,2% están dentro de los límites permitidos y poco más de mitad de los mismo, ni siquiera tenían residuos cuantificables. En este sentido, debemos de mantenernos firme para que no vuelva a ocurrir alertas sanitarias como la conocida en 2011 “crisis del pepino” la cual llegó a afectar a casi 30.000 personas con una treintena de muertos.

Ecológico Vs Industrial

La cuestión no es optar por un tipo de alimento, sino de saber elegir aquellos que son saludables y cocinarlos de manera segura, para poder disfrutar de un excelente consumo. Podemos encontrar naranjas en el mercado que no tengan la certificación de ecológica, que pueden resultar igual de saludables que cualquier otra. Claramente, los alimentos ecológicos suelen ser más caros que su equivalente industrial. Además, es más difícil encontrarlos en comparación con el que normalmente consumimos. Pero independientemente del tipo de producto que elijamos, siempre debemos de optar por una alimentación saludable y equilibrada con nuestro estilo de vida y que, además, se procure consumir alimentos frescos de temporada y de la zona.

Sobre el autor:

MIGUEL ANGEL GRANADO ALCEDO ByN

Miguel Ángel Granado

Formación y Comunicación Alimentaria - www.foodandsafe.org

 

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