El 'Titanic' que no se hundió en el Atlántico

Este local jerezano es un 'hit' entre los jóvenes por el 'Titanic número 2', su famoso kebab hecho con patatas fritas

El 'titanic' de El Pita, en el Parque Atlántico.
El 'titanic' de El Pita, en el Parque Atlántico.

El olor a salsa pita es inconfundible, atrae a cualquiera. Entre las torres verdes y amarillas del Parque Atlántico se cuela un lugar de comida griega. Este local es un hit entre los jóvenes por el 'Titanic número 2', su famoso kebab hecho con patatas fritas, carne gyros (carne asada) y salsa de la casa. Es una combinación que inventa la dueña del negocio, Ángeles Velázquez. Cuenta que nadie en Jerez preparaba ese tipo de kebab y que, incluso, no había ningún restaurante turco cuando ella decide abrir El Pita en 2002. Su madre, Julia Molero, es jerezana, aunque ella nace en Francia y se cría en Bélgica.

Corría el año 63. Julia y su marido deciden emigrar a Francia en busca de trabajo en una explotación minera. Unos meses después, por problemas de vista, le dicen a su marido que no es apto y se marchan a Bélgica. Allí ambos se instalan y construyen una vida. Su marido trabaja en Veglipack, una fábrica de vidrio, mientras ella cuida de sus pequeños. Poco a poco los niños crecen, y la mayor, Ángeles, se casa con un español en Bélgica en 1984. La sangre le tiraba, declara ella. Viviendo en Centroeuropa, con "un ambiente caótico", Ángeles aprovecha sus vacaciones para visitar España y compartir momentos con sus familiares. Ella trabaja de profesora dando clase de francés en un instituto de la localidad de Mons, pero aquello le cansaba.

Ángeles no quería seguir viviendo en Bélgica. Su madre sí. "Miedo al cambio", comenta su nieta Cindy. Ella cuenta que decide dejar el oficio de docente y que le propone un trato a un cocinero griego que regentaba un restaurante llamado El Pita en la Gran Plaza de Bruselas. Se trataría de un intercambio. Ella trabajaría para él voluntariamente, sin cobrar un sueldo, siempre que él le enseñara todos los trucos de sus elaboraciones. Así aprende Ángeles lo que a día de hoy refleja en sus platos. Con las recetas bajo el brazo, ella, junto con sus padres, hijos y marido, regresa a España. Recuerda con ternura que su padre estaba ilusionado por volver a Jerez, por aquello de que la gente de su ciudad natal es bien distinta y que la tierra le llamaba.

Aterrizan en la ciudad a finales de 2001. Es al año siguiente cuando Ángeles hace un estudio de mercado, ojea el local del Parque Atlántico y se queda con él. Desde entonces, El Pita -el de Jerez, no el de Bruselas- lleva sirviendo 'Titanic' sin parar.Comienzan en el mundo de la hostelería con ilusión. Al principio es un negocio donde solo trabaja Ángeles en la cocina y su prima como camarera. Dice que su marido más bien se encargaba del papeleo y de hacer los pedidos. A día de hoy los roles siguen intactos, pero el número ha aumentado, son ocho empleados. Sus hijos: Cindy y Alejandro, sus respectivas parejas, y otros más que se han ido sumando. Eso sin olvidar a la abuela -y bisabuela-, Julia Molero, que ayuda en los tramos de la mañana y de la tarde cortando el papel de aluminio con el que se envuelven todos los 'Titanic'. El Pita es un negocio familiar. Cenan todos juntos cuando cierran a eso de las doce y media de la noche.

"Oye, esto se tiene que llamar Titanic porque te hundes en un montón de sabores"

La dueña relata que crea la combinación de su plato más popular. Sin embargo, confiesa que a ella no se le ocurrió dicho nombre. ¿Por qué 'Titanic'? "Lo llamaron así los propios clientes. Al principio en Jerez no sabían lo que era un kebab. No había ninguno en la ciudad, entonces, cuando me preguntaban qué era, yo se lo explicaba. En ese momento la película Titanic había pegado muy fuerte, y un día, cuando probaron el kebab de patatas, salsa y carne gyros, me dijeron: Oye, esto se tiene que llamar Titanic porque te hundes en un montón de sabores". Esta mezcla de productos ha hecho que algunos restaurantes de la zona lo copien, pero utilizando otra salsa distinta, como por ejemplo alioli. La receta de El Pita es un tesoro familiar, que como dice ella pasará de generación en generación. Su hijo Alejandro es actualmente el encargado de hacer la salsa, y señala, que es capaz de hacer 160 litros dos veces por semana.

Han recibido ofertas de empresarios chinos para comprar el restaurante. Ángeles las ha declinado todas. No piensa dejar su negocio. "Algo que me encanta es que las madres le dicen a sus hijos que si sacan buenas notas les regalan un Titanic. Eso, para mí, como muchos otros detalles que me cuentan, es súper gratificante", comparte. Las embarazadas le preguntan si su comida tiene algún aditivo porque están antojadas de pita. Ella ríe y les contesta que no. Dice que son productos naturales que compra en la ciudad, que toda la comida la hace en el día y que nada lleva conservantes. "El que prueba repite", reza uno de sus eslóganes, y los jóvenes -mientras devoran 'Titanic del número 2' lo corroboran. 

Sobre el autor:

claudia

Claudia González Romero

Periodista.

...saber más sobre el autor

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído