Si hay un sitio que se conozca por sus dulces en Málaga es Casa Kiki. No es ni el negocio más antiguo ni el de mayores complejidades. No es pastelería francesa, digamos. Pero el sabor entra por los ojos.
Casa Kiki comenzó como una pastelería en Palmeras Altas, un barrio de Málaga, en 1984. Sin embargo, tenían un secreto que les haría crecer hasta la media docena de establecimientos: hacer palmeras tan grandes como cabían en la bandeja del horno.
Así, cada vez fueron más reconocidos gracias a esos tamaños XXL. Apenas caben en una mesa normal, y hay que comerlas bien cortadas a cuadritos. No hay evento en Málaga, a día de hoy, que no lleve una palmera de Casa Kiki, un seguro para cumpleaños, aniversarios, etc.
Hace 2 años tal día como hoy @tour98 y la menda estábamos viendo en directo @LaCultureta gracias al enchufe de @j_f_leon (con palmerón de la malagueña @casakikimalaga incluída y dedicada) pic.twitter.com/9GaqDilCNM
— Carmen Ventura 🏳️🌈🏳️⚧️ (@morgue75) July 5, 2021
Pero no solo fue el tamaño. También fue todo un invento para los 80 la palmera rellena. Y si unes ambas, queda una marca reconocida que le iría igual de bien si se atrevieran a crecer por grandes ciudades de España. Aunque, por el momento, es un símbolo de Málaga.