Montilla, Jura, Douro, Valencia y, claro está, Jerez, son los protagonistas de las catas y presentaciones del día, pero se puede hacer una gira loca, un tanto disparatada.
Me he liado… No se puede ir a Vinoble solo una hora. La culpa es mía, ya lo sé… Montilla, Jura, Douro, Valencia y, claro está, Jerez, son los protagonistas de las catas y presentaciones del día, pero se puede hacer una gira loca, un tanto disparatada: una cata anárquica. Vivan las catas anárquicas.
En lo que lo pienso bajamos a Estévez y me animo a dirigir una cata comparada de manzanilla ‘La Guita’ y manzanilla ‘La Guita’ en rama… Estamos refrescando, claro, pero pontifico un rato sobre los vinos en rama y, bueno no se me da mal. La ‘en rama’ de ‘La Guita’ tiene un color parecido al entrefino, con lo que me doy un poco de pisto. Una pequeña parada en Taylor para tomar un Oporto ‘vintage’ –uno de los pocos que hay- que no está nada mal, pero no pega con la hora el puntito dulzón que deja, así que nos damos una vuelta por el expositor de Armenia. Desgraciadamente, el señor ha decidido que las dos menos diez es una hora más que razonable para ir a papear en su país, así que nos quedamos sin probar una de las propuestas más exóticas del salón. Eso no significa que nos amilanemos, ni mucho menos, y vamos justo al lado, al lado de Armenia, que como todo el mundo sabe está Valencia. Allí probamos un espumoso que no sé muy bien si cumple las características que pide la cita, pero refrescar, refresca. Luego pido un moscatel que sea lo menos dulce posible y mis deseos son atendidos justo cuando una voz anuncia que son las dos y que el salón cierra sus puerta hasta la tarde…