El Parlamento de Escocia ha lanzado una original propuesta para luchar contra la despoblación en sus islas, ofreciendo ayudas tasadas en 50.000 libras, casi 59.000 euros, a 100 personas que estén dispuestas a mudarse a alguna de las 93 islas, algunas nominadas entre las más bonitas del mundo, que entran dentro de este plan.
Concretamente, está destinado a personas jóvenes y familias que estén dispuestas a abandonar el bullicio y el ajetreo de sus ciudades para mudarse a un lugar más tranquilo y apartado, donde recibirían, además del bono económico ya mencionado, vivienda y trabajo.
Escocia cuenta con más de 700 islas en sus costas, pero la gran mayoría de ellas están deshabitadas a causa de su pequeño tamaño o por el fuerte efecto de la naturaleza, que impide el asentamiento de personas. Asimismo, durante los últimos tiempos algunas de las islas que sí contaban con habitantes fueron siendo abandonadas y, actualmente, tan solo 14 de ellas cuentan con una población fija de más de mil personas.
Es por ello que los dirigentes escoceses llevan años tratando de luchar contra esta brutal despoblación y no es la primera vez que se lanzan a la búsqueda de nuevos habitantes para resucitar sus territorios isleños. Alasdair Allan, miembro del Partido Nacional Escocés en el Parlamento, ha señalado en una entrevista en The Times que "se debe alentar cualquier cosa que podamos hacer para revertir las tendencias de despoblación".
Sin embargo, esta decisión ha dividido a los políticos escoceses y, por ejemplo, el miembro del Partido Liberal Demócrata, Liam McArthur, ha calificado esta propuesta como "un truco" y ha señalado la necesidad de invertir los más de 5 millones de libras que se han destinado a este proyecto en mejorar el transporte y la vivienda en el país.
Lo cierto es que esta idea ha suscitado el interés de numerosas familias, que ya han empezado a informarse y a presentar solicitudes. Los primeros folletos se empezarán a ofrecer a partir del verano y se espera que la gran acogida inicial que han tenido se traduzca en la llegada efectiva de nuevos habitantes a las islas escocesas.