Cada vez es más sorprendente cómo la tecnología puede ayudar a las personas. Incluso puede salvarles la vida en un momento dado. A Kim Durkee le libró de un trágico desenlace.
Su Apple Watch, con sensores que controlar su estado de bienestar, fue clave para esta estadounidense a la que el reloj inteligente le avisó de que algo en su cuerpo no funcionaba correctamente.
La pantalla marcaba unos parámetros que no eran corrientes. Y, aunque al principio pensó que era un error, después decidió ir al médico, donde comprobó que su corazón estaba experimentando una fibrilación auricular.
Los sanitarios le indicaron que su reloj actuaba así porque realmente tenía un mixoma, un tumor en el corazón que podría causarle accidentes cardiovasculares y la muerte al cortar el flujo sanquíneo.
De inmediato, la mujer fue atendida y trasladada al Hospital General de Massachusetts, donde procedieron a extirparle el tumor mortal en una cirugía que se prolongó durante cinco horas.
Gracias al reloj, Kim está viva y sana. "Me considero muy afortunada de estar aquí y hablar con ustedes", expresó.
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