Puede quedar en una anécdota graciosa pero podía haber acabado en desgracia. El hecho ha sucedido en Matalascañas, Huelva, un lugar que en verano tiene mucho ambiente y donde en invierno apenas hay gente. Cuando llega el calor, se copa de las personas que tienen allí su segunda residencia. El resto del año es complicado ver ambiente en sus calles.
En esta gran ola de calor muchos han aprovechado para desplazarse hasta allí y pasar estos calurosos días cerca de la playa. El entorno se puede catalogar como un paraíso natural en el que la naturaleza campa muchas veces a sus anchas. Esto ha provocado una escena pecular por sus calles que quedará como una de las imágenes de la semana.
Mientras una persona anda por las calles grabando con su movil, a lo lejos aparece un niño girando la esquina corriendo. No era un capricho de este joven ya que detrás aparecieron dos ciervos de una cornamenta considerable persiguiéndolo. La carrera se prolonga varios metros aunque finalmente el niño consigue cruzarse y evitar la embestida de los animales que siguieron hacia delante.
En Matalascañas también tenemos nuestros propios San Fermines pic.twitter.com/EoqvD9yZLR
— Jose Nieto (@josenieto81) June 17, 2022


