Este es el plantón a una novia gaditana para su boda tras poner el cubierto a 25 euros

Solo dos amigas han respondido a Daria, que quería evitar compromisos económicos a los invitados

Daria, la joven gaditana, en una imagen del programa 'Y ahora Sonsoles'.
Daria, la joven gaditana, en una imagen del programa 'Y ahora Sonsoles'.
18 de noviembre de 2025 a las 00:11h

La historia de Daria, una joven gaditana, se ha vuelto viral después de relatar en el programa Y ahora Sonsoles las calabazas que ha recibido por parte de los invitados a su boda. Explicó que su intención inicial era evitar compromisos económicos a los invitados y que “no quería regalos, prefería que cada uno se pagase su cubierto y viniese porque realmente quiere estar en mi boda”. Sin embargo, este gesto ha acabado en un desplante. 

La falta de confirmaciones

Según relató, ninguna de las cerca de 40 personas invitadas –entre familiares y amigos– confirmó su asistencia, ni siquiera cuando se acercaba la fecha límite establecida para responder. La novia contó que “puse que el cubierto eran 25 euros y dijo que no hacía falta regalo. Prefería que cada uno se pagase su cubierto y viniese porque de verdad quiere ir a la boda". 

Daria aseguró que, antes de la fecha límite, envió un recordatorio para comprobar si alguien había olvidado contestar. Señaló que su intención era simplemente aclarar dudas y facilitar que quien quisiera asistir pudiese hacerlo sin prisas ni presiones. Aun así, el intento no obtuvo resultados positivos y la incertidumbre creció a medida que se acercaba el día del enlace.

La joven indicó que “solo me contestaron dos amigas cercanas”, mientras que “la mayoría me dejó en visto y aún sigue sin contestarme”. Estas respuestas –o la ausencia de ellas– han alimentado el debate en redes sociales sobre las nuevas formas de celebrar eventos y las dificultades que surgen cuando se combinan expectativas personales con la organización de una boda.

El caso ha generado una amplia conversación digital sobre la presión social en las celebraciones, los costes asociados y la sinceridad en las relaciones. Pese a la ausencia de invitados, la historia de la joven ha despertado un notable interés por su carga emocional y por el contraste entre la ilusión de una boda y la soledad inesperada en un día tan señalado. 

La boda, prevista para febrero del próximo año, se llevará a cabo a pesar de los reveses. "Quiero volver a reducir mi círculo y la boda se va a hacer", ha señalado Daria. 

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Rubén Guerrero.

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