La convivencia en las comunidades de vecinos suele ser complicada. Lo de compartir rellano, ascensor y zonas comunes con otros vecinos no se suele llevar de forma idílica.
En muchos edificios aparecen problemas de entendimiento y discusiones importantes. Para intentar convivir de la mejor manera posible, una comunidad de vecinos ha establecido una serie de normas, a cada cual más llamativa y curiosa.
Tres carteles en el ascensor avisan de dichas normas, que van desde la prohibición de vender drogas o fumar en el ascensor, a no tirar colillas en el hall de ingreso al edificio.
Entre las normas más llamativas se encuentra la prohibición de emitir (en lo posible) ruidos sexuales fuertes. Y cuidado con dejar heces de perro por el edificio. "Próximo perro que se cague en el pasillo, lo hacemos cagar para dentro", reza uno de los carteles.
Sacar la llave de los portones (manual) y permitir el ingreso a personas solas sin el acompañamiento del inquilino o propietario son otras de las normas curiosas de esta peculiar comunidad de vecinos que se ha hecho viral en redes.