Jeff Bezos, dueño de Amazon, y Lauren Sánchez están decididos a no seguir ninguna tradición en su camino hacia el altar. Este fin de semana, con el sol brillando sobre el mar Adriático, la pareja organizó una fiesta de espuma privada a bordo del superyate Koru, valorado en 500 millones de dólares, y navegando frente a la isla de Cres, en Croacia, a pocos días de su esperada boda en Italia.
Lo que parecía un simple momento de evasión se convirtió también en un homenaje personal: el evento sirvió para celebrar el 19 cumpleaños de Evan, el hijo de Lauren. Una pancarta ondeando al viento con el mensaje Feliz Cumpleaños le dio un toque informal y entrañable al ambiente exclusivo del barco.
Estilo de lujo en alta mar
La pareja lució su estilo más relajado sin perder el brillo de su estatus. Bezos, en bañador negro y azul con un sombrero de pescador, mostró una imagen casual pero cuidada. Por su parte, Sánchez deslumbró con un bikini rojo y negro, gafas de sol extragrandes y un sombrero que gritaba “verano millonario”. El look era más de editorial de moda que de playa.
Aunque los protagonistas disfrutan del mar, los ojos del mundo están puestos en Venecia, donde se celebrará su boda entre el 26 y el 28 de junio, con unos 200 invitados. La ciudad, sin embargo, no ha recibido con entusiasmo la llegada del magnate.
"No hay espacio para Bezos", dicen en Venecia
La celebración ha generado protestas locales en la ciudad italiana, especialmente por el impacto turístico y logístico que supone un evento de esta magnitud en plena temporada alta. El movimiento “No hay espacio para Bezos” se ha movilizado en contra de la boda, señalando el colapso que ya sufre Venecia cada verano.
Ante las críticas, Bezos y Sánchez han tratado de compensar a la ciudad con donaciones a organizaciones locales, además de contratar a artesanos venecianos y trabajadores locales para la celebración. Según Page Six, también estarían animando a sus amigos VIP a contribuir económicamente a causas sociales de la ciudad.
El lugar exacto de la ceremonia aún no ha sido revelado, pero varias fuentes apuntan a ubicaciones como la isla de San Giorgio, la playa de Lido, o incluso la majestuosa Scuola Grande della Misericordia, un edificio renacentista que podría convertirse en escenario de uno de los enlaces más comentados del año.
Con una mezcla de glamour, controversia y despliegue millonario, la boda de Bezos y Sánchez promete ser más que un simple “sí, quiero”. Es, desde ya, un espectáculo global que pone en jaque el delicado equilibrio entre lujo privado y espacio público.