La Hermandad de la Borriquita ha puesto enmarca el proceso de restauración integral de su paso de misterio al haber recibido el visto bueno para este proyecto desde el Obispado a través de la Delegación de Patrimonio y Arte Sacro.
El primer paso ha sido firmar el contrato con la empresa que acometerá este trabajo, el taller onubense Artesanía Religiosa & Dorado-Restauración. Daniel Sánchez Vázquez, en nombre de la empresa, y el hermano mayor Manuel Tordesillas, rubricaron el contrato, que en su primera fase comprende la nueva parihuela. La propuesta en su totalidad tiene un plazo de ejecución de dos años.
Un paso más ligero, estilizado y resistente
La intervención tiene como propósito principal aliviar el peso del paso, actualmente estimado en 2.200 kilos, mediante la construcción de una nueva parihuela. Además, se procederá a la restauración completa de la canastilla y los respiraderos, respetando siempre el diseño original del paso de Ovando, que no sufrirá alteraciones en su identidad artística.
Tal como explicó el hermano mayor, Manuel Tordesillas, a lavozdelsur.es, esta remodelación responde a su “delicado estado de conservación, que requiere una intervención en profundidad”. A esto se suma el incremento de peso que ha experimentado el conjunto desde la última reforma, especialmente tras la ampliación del grupo escultórico.
Reducción de dimensiones: pasar por calles estrechas
Otro de los objetivos más relevantes de esta reforma es hacer el paso más accesible a las calles del casco histórico. La actual anchura del paso lo convierte posiblemente en el más ancho de toda la Semana Santa, limitando su recorrido.
Por ello, se ha decidido reducir la anchura del respiradero entre 13 y 14 centímetros, y la de la canastilla entre 18 y 20 centímetros, sin que esto afecte a su diseño original.
El proyecto también contempla una mejora de los materiales de las capillas del paso, con una restauración del dorado y una revisión estructural que refuerce la seguridad y durabilidad del conjunto. Todo ello manteniendo intacta la estética que lo hace reconocible, pero adaptado a las necesidades del presente.
La hermandad subraya que esta es “una reforma necesaria y respetuosa con el patrimonio artístico y devocional de La Borriquita, que permitirá a los costaleros portar un paso más ligero y transitable sin renunciar a su majestuosidad”.