Willibrord nació en Inglaterra hacia el año 658 y fue monje en su juventud; más tarde, siente la llamada misionera al norte de Europa, siendo enviado por el papa para llevar el Evangelio a Frisia (actual Holanda).
Fue ordenado obispo y su labor apostólica le permitió fundar monasterios, evangelizar regiones heladas y forjar los primeros vínculos de la Iglesia con poblaciones germánicas. Su estilo apostólico era profundamente comunitario: no sólo predicó, sino que organizó comunidades cristianas, estableció escuelas, construyó iglesias y abrió caminos de diálogo entre culturas.
Su figura es un ejemplo de misión persistente en ambientes hostiles, de paciencia pastoral y de fecundidad evangelizadora. Al recordarlo hoy, la Iglesia celebra el don de la evangelización, el valor de compartir la fe en tierras lejanas, y la esperanza de que el Evangelio cruce fronteras y transforme vidas.
Otros santos y beatos
- San Prosdocimus, primer obispo de Padua, Italia.
- San Herculanus de Perugia, obispo mártir de Perugia.
- Beato Vincenzo Grossi, sacerdote italiano fallecido en 1917 que dedicó su ministerio a los jóvenes.
- San Rufus de Metz, obispo de Metz cuyo testimonio pastoral es venerado.
- Beato Vincent Liêm (o Vincent Liêm de la Paz), fraile dominico mártir en Vietnam.
- San Amaranthus, mártir venerado en Albi, Francia.
- San Tremorus, niño santo de Bretaña.
- San Gebetrude de Remiremont, abadesa francesa reconocida por su vida monástica.
- Los 33 Mártires de Melitene, grupo de mártires por la fe en la región de Melitene.


