San Alfonso Rodríguez (1531-1617), nacido en España en 1531, comenzó su vida como comerciante, esposo y padre de familia. Tras enviudar y quedar sin hijos, decidió vender sus bienes y, a la edad de alrededor de cuarenta años, ingresó en la Compañía de Jesús como hermano coadjutor (no sacerdote), dedicándole el resto de su vida al servicio humilde como portero en los colegios jesuitas de Mallorca. Su labor silenciosa, su fidelidad en lo cotidiano y su profunda vida de oración lo convirtieron en un signo de santidad discreta y eficaz.
Durante más de cuatro décadas ejerció ese oficio de puerta: saludar, atender, acompañar, escuchar, trabajar en el silencio y la fidelidad. Su ministerio fue valorado no por apariencias sino por la constancia y el amor al prójimo. Falleció el 31 de octubre de 1617, dejando testimonio de que la santidad es posible en la vida ordinaria, en el servicio sencillo, en la entrega sin ostentación.
San Alfonso Rodríguez es modelo de aquel que transforma su historia personal —el viudo, el comerciante que abandona todo— en servicio al Reino, y enseña que la santidad no exige alta visibilidad, sino fidelidad al pequeño encargo, al hermano que viene, al “portero” que abre puertas al encuentro con Dios y con los demás.
Otros santos y beatos del día
- San Wolfgang de Ratisbona (c. 934-994): Obispo de Ratisbona en Baviera, monje benedictino y misionero entre los paganos, conocido como “el gran limosnero”. Renovó la vida monástica en su diócesis y mostró gran cuidado por los pobres. Su fiesta también se remarca en esta fecha.
- San Arnulfo de Novalesa (†840): Monje en la abadía de Novalesa (Piamonte, Italia), que sufrió el impacto de las incursiones sarracenas y fue martirizado por su fe.
- San Bega de Hackness (†~660): Monja del Norte de Inglaterra, primero eremita en Cornualles y luego en Yorkshire en el monasterio de Hackness. Reconocida por su vida contemplativa, humilde y dedicada.
- San Notburga de Colonia (†714): Monja benedictina en Colonia (Alemania), ofreció su vida al servicio de la caridad y la oración, en un contexto de crecimiento monástico.
- San Antonino de Milán (†660): Arzobispo de Milán, conocido por su vida de oración y misericordia, cuyo culto persiste en la ciudad lombarda.
- San Erth (Irth) de Cornualles (siglo VI): Evangelizador de Cornualles, hermano de otras santas locales, desde tierras irlandesas trasladó su vida al oeste de Inglaterra llevando el Evangelio.
- San Quintino (siglos tempranos): Mártir o confesor de la Iglesia primitiva, cuyo nombre aparece en diversos martirologios para esta fecha, recordando la fidelidad inicial al cristianismo.