San Atanasio (c. 295–373) fue obispo de Alejandría y uno de los más firmes defensores de la doctrina trinitaria frente al arrianismo, que negaba la divinidad de Cristo. Participó activamente en el Concilio de Nicea (325), donde se estableció la consustancialidad del Hijo con el Padre, punto central del Credo que hasta hoy profesan los cristianos.
A lo largo de su vida, sufrió múltiples destierros por su postura firme en la fe nicena, siendo exiliado en cinco ocasiones por emperadores proarrianos. A pesar de las persecuciones, escribió obras fundamentales como "Contra los arrianos" y "La Vida de San Antonio", esta última una referencia clásica sobre la vida monástica.
Es el patrón de teólogos, defensores de la fe, y fieles perseguidos y está elevado a Doctor de la Iglesia desde 1568.
Otros santos y beatos
- San Félix de Sevilla (o de Zaragoza) – Obispo y mártir. Fue uno de los primeros evangelizadores de Hispania. Aunque la información sobre su vida es escasa, es venerado especialmente en la península ibérica por su labor misionera.
- San Wiborada de San Gall – Virgen y mártir († 926). Monja anacoreta suiza, fue la primera mujer canonizada formalmente por Juan XV en 1047. Murió asesinada por invasores húngaros, negándose a abandonar su celda. Es patrona de los bibliotecarios y libreros.
- San Waldeberto de Luxeuil – Abad († c. 668). Dirigió el monasterio de Luxeuil en Francia, fundado por San Columbano, y fortaleció la vida monástica según la Regla de San Benito.
- Beato Nicolás Hermano – Mártir cartujo († 1794). Asesinado durante la Revolución Francesa por su fidelidad a la fe católica.
- Beato Guillermo Tirry – Mártir († 1654). Sacerdote irlandés ejecutado por celebrar misa en secreto durante la persecución anticatólica bajo Oliver Cromwell. Beatificado por Juan Pablo II en 1992.
- Beato Juan Payne – Presbítero y mártir inglés († 1582). Condenado a muerte durante el reinado de Isabel I por su labor misionera como sacerdote católico en Inglaterra.