San Crispín y San Crispino son recordados como hermanos gemelos que, viviendo en la Galia durante el siglo III, abrazaron la fe cristiana y dedicaron parte de su vida al trabajo artesanal —en concreto, al oficio de zapateros— mientras predicaban el Evangelio.
Su testimonio los llevó a sufrir el martirio bajo la persecución imperial. Su vida representa la dignidad del trabajo sencillo, la unión entre fe y profesión, y la entrega hasta el final por Cristo. Se les venera como patronos de los zapateros, de los fabricantes de guantes, de los curtidores y otros oficios relacionados con el calzado y la marroquinería.
La memoria de hoy invita a los creyentes a reconocer que la santidad puede florecer incluso en tareas cotidianas, que el gesto más sencillo hecho con amor y fe puede ser ofrenda para Dios, y que al mismo tiempo la fidelidad en la adversidad es luz para los demás.
Otros santos y beatos conmemorados el 25 de octubre
- San Chrysanthus y Santa Daria: pareja de mártires de Roma del siglo III que, unidos en el matrimonio pero transformados por el Evangelio, enfrentaron el martirio con valentía.
- Beato Thaddeus McCarthy: obispo irlandés del siglo XV-XVI, conocido por su caridad, su celo evangelizador y su fidelidad en tiempos de dificultades.
- Beato Maurus de Pécs: monje húngaro y obispo en el siglo XI, que promueve el testimonio de la vida monástica y el servicio pastoral en la región de Pécs.
- Santa Tabitha (también llamada Dorcas): figura del Nuevo Testamento, discípula de Jesús en la ciudad de Jope, recordada por sus buenas obras y obras de caridad entre los necesitados.
- San Gaudentius obispo y mártir de la Iglesia primitiva, ejemplo de entrega a la fe en contextos difíciles.


