Santa Cecilia vivió en Roma en los primeros siglos del cristianismo. De noble estirpe, desde joven consagró su vida a Dios y perpetuó su voto de virginidad a pesar de ser casada según la costumbre de su tiempo. Se cuenta que en su matrimonio ella cantaba al Señor en su corazón y guardaba fidelidad al Evangelio.
Tras su conversión, animó también a su esposo y a su cuñado a abrazar la fe cristiana. Esto provocó la persecución de los nuevos creyentes, incluidos Valeriano y Tiburcio, quienes fueron martirizados. Cecilia sufrió ella misma torturas y fue condenada al martirio, muriendo tras varios días de muerte dolorosa en Roma.
Se le venera como patrona de los músicos, cantantes, instrumentistas y de todas aquellas personas que con su arte alaban a Dios. Su fiesta, celebrada el 22 de noviembre, es ocasión en muchas comunidades para dedicar música litúrgica, conciertos y plegarias de acción de gracias. Santa Cecilia es símbolo de que el talento humano —como el canto y los instrumentos— puede colocarse al servicio de la alabanza a Dios y del bien del prójimo.
Otros santos y beatos conmemorados el 22 de noviembre
- San Cipriano de Cartago: obispo y mártir del siglo III, que supo permanecerse fiel al Evangelio incluso en el exilio.
- San Anastasio: diácono mártir romano, ejemplo de servicio humilde dentro de la comunidad cristiana.
- Beato Miguel Agustín Pro: sacerdote jesuita mexicano, mártir del siglo XX, que dio la vida en fidelidad al Evangelio en medio de persecución.
- Beata María de la Pasión (Hélène de Chappotin): fundadora de religiosas misioneras, entregada al anuncio del Evangelio en tierras lejanas.


