Nacido en Poissy en 1214, Luis IX ascendió al trono francés con apenas doce años, y desde joven se destacó por su sentido de justicia, su piedad y su defensa de los más necesitados. Fue un rey profundamente cristiano, que entendió el poder como un servicio a Dios y a su pueblo. Promovió leyes que beneficiaban a los pobres y reformó la administración del reino para garantizar un gobierno más justo y cercano a la moral evangélica.
Luis tuvo una especial devoción a la Eucaristía y a la Pasión de Cristo. Fundó hospitales, favoreció a las órdenes religiosas y apoyó activamente la construcción de templos, entre ellos la famosa Sainte-Chapelle de París, erigida para custodiar reliquias de la Pasión. Participó en las Cruzadas con la intención de recuperar los Santos Lugares, aunque estas empresas no lograron sus objetivos militares.
Murió en 1270, durante la Octava Cruzada, en Túnez, víctima de una epidemia. Fue canonizado en 1297, apenas 27 años después de su muerte, por su vida ejemplar de santidad, humildad y caridad. San Luis IX es patrono de la Tercera Orden Franciscana, de Francia y de los gobernantes, a quienes dejó como legado el ejemplo de un poder ejercido en servicio, justicia y fidelidad a Dios.
Otros santos y beatos del día
- San Ginés de Arlés, mártir: notario romano que, según la tradición, fue ejecutado por negarse a firmar un edicto contrario a la fe cristiana. Su testimonio es símbolo de fidelidad a la verdad frente a la persecución.
- San Gregorio de Utrecht, abad: discípulo de San Bonifacio, trabajó en la evangelización de Germania en el siglo VIII, formando comunidades monásticas y dedicándose a la enseñanza.
- San Menas de Constantinopla, patriarca: líder de la Iglesia bizantina en el siglo VI, firme en la defensa de la fe católica frente a las divisiones doctrinales.
- Beato Luis de Arborea, monje: religioso italiano, reconocido por su vida austera y su dedicación a la oración en el silencio monástico.
- Beato Tomás Percy, mártir: noble inglés que fue ejecutado en el siglo XVI por mantenerse fiel a la Iglesia católica en tiempos de persecución religiosa bajo Isabel I.