San Moisés, figura central del Antiguo Testamento, vivió hacia el siglo XIII a.C. Según la tradición bíblica, nació en Egipto en tiempos en que los hebreos sufrían la esclavitud bajo el faraón. Para salvarlo de la orden de exterminio de los niños varones hebreos, su madre lo colocó en una cesta en el Nilo, donde fue hallado y adoptado por la hija del faraón.
Ya adulto, tras defender a un compatriota y huir al desierto, recibió la misión de Dios en el episodio de la zarza ardiente: liberar al pueblo de Israel de Egipto. Guiado por la promesa divina, enfrentó al faraón y condujo a los hebreos a través del Éxodo, abriendo las aguas del Mar Rojo para que escaparan de la persecución.
Durante la travesía por el desierto, Moisés se convirtió en mediador entre Dios y su pueblo. En el monte Sinaí recibió las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos, base de la fe y la moral bíblica. También estableció las normas religiosas y sociales que organizaron a Israel como pueblo de la alianza.
Su vida estuvo marcada por la oración y la intimidad con Dios, descrita en la Biblia con estas palabras: “El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre habla con su amigo” (Éx 33,11). Pese a su misión, no entró en la Tierra Prometida: murió en el monte Nebo, contemplando desde lo alto la tierra hacia la que había conducido al pueblo durante cuarenta años.
En la tradición cristiana, Moisés es venerado como santo profeta y legislador, modelo de guía, intercesor y servidor.
Otros santos y beatos del día
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San Bonifacio I, papa (s. V): pastor firme que trabajó por la unidad eclesial y la disciplina en tiempos convulsos en Roma.
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San Caletrico de Chartres (s. VI): obispo en la antigua Neustria, reconocido por su celo pastoral.
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San Fredaldo de Mende (s. IX): obispo y mártir, testigo de la fe en la Galia.
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San Marcelo de Châlons-sur-Saône (s. IV): mártir de los primeros siglos en la Galia Lugdunense.
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Santa Ida de Herzfeld (s. IX): noble viuda alemana, ejemplar en oración y caridad con los pobres.
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Santa Irmgarda de Süchteln (s. XI): condesa que promovió templos y obras de misericordia.
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Santa Rosalía de Palermo (s. XII): virgen ermitaña del monte Pellegrino, patrona de Palermo, invocada contra las pestes.
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Beata Catalina Mattei (s. XVI): dominica terciaria de Piamonte, humilde en la enfermedad y fiel en la prueba.
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Beato Escipión Jerónimo Brigéat de Lambert (s. XVIII): canónigo y mártir en los “pontones” de Rochefort durante la Revolución francesa.
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Beata María de Santa Cecilia Romana (Dina) Bélanger (†1929): religiosa canadiense de Jesús y María, mística y músico, testimonio de alegría y abandono en Dios.
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Beato Bernardo (José) Leda Grau (†1936): capuchino, mártir en Genovés (Valencia) durante la persecución religiosa.
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Beato Francisco Sendra Ivars (†1936): presbítero, mártir en Teulada (Alicante).
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Beato José Pascual Carda Saporta (†1936): sacerdote de los Operarios Diocesanos, mártir en Oropesa (Castellón).