San Vergilio —también llamado Fergal o Virgilio— nació en Irlanda hacia el siglo VIII y tras su formación monástica se trasladó a la Europa continental, principalmente a Bretaña y Baviera. Finalmente fue consagrado obispo de Salzburgo. Durante su ministerio, fundó monasterios, estableció comunidades cristianas y promovió la evangelización entre los bávaros y carintios.
Su vida se caracterizó por unir la acción misionera con la contemplación monástica, por asumir la tarea de abrir caminos de fe nuevos sin abandonar el legado monástico irlandés, y por su espíritu de diálogo entre cultura celta y cultura germánica. Se le considera “apóstol de Carintia” gracias a su inmenso trabajo entre los pueblos alpinos. Murió alrededor del año 784.
La memoria de San Vergilio invita a los creyentes a abrazar la misión como dimensión esencial de la fe, a cultivar la sabiduría cultural sin perder la radicalidad del Evangelio, y a ser testigos confiados donde la luz de Cristo aún no ha llegado completamente.
Otros santos y beatos conmemorados el 27 de noviembre
- Beato Bernardo de Fossa: religioso italiano del siglo XIV, conocido por su vida de penitencia y su ejemplo de humildad.
- San Laverio (o Averio): mártir poco conocido de los primeros tiempos de la Iglesia, cuyo testimonio permanece en la tradición local.
- San Máximo de Riez: abad en la Galia del siglo V-VI, promotor de la vida monástica y de la enseñanza en su región.
- San Secundino de Irlanda: obispo del siglo V, tradición irlandesa, ejemplo de evangelización en su isla natal.
- Beato Bronislao Markiewicz: sacerdote polaco del siglo XX, fundador y educador dedicado a los jóvenes y las vocaciones.
