San Ambrosio nació en torno al año 340 en Tréveris, en una familia cristiana de rango senatorial. Estudió derecho y retórica en Roma y ejerció como funcionario imperial antes de ser elegido, casi inesperadamente, obispo de Milán. Su elección, apoyada tanto por católicos como por arrianos, simbolizó su capacidad para unir a un pueblo dividido por fuertes tensiones doctrinales.
Como obispo, impulsó una profunda renovación pastoral, defendió con firmeza la fe católica frente a las herejías de su tiempo y se convirtió en uno de los mayores exponentes de la predicación cristiana. Su estilo teológico, claro y profundamente espiritual, influyó en la liturgia, la música sacra y la formación doctrinal de la Iglesia. Fue también consejero moral de emperadores, aunque no dudó en corregirlos cuando su conducta contradecía el Evangelio, como ocurrió con Teodosio tras la masacre de Tesalónica.
Especial relevancia tuvo su influencia sobre san Agustín, a quien acompañó intelectualmente en su camino hacia la fe. La conversión del gran pensador africano se debió en parte a la sabiduría, cercanía y testimonio de Ambrosio.
Murió el 4 de abril del año 397, dejando un legado espiritual que incluye himnos litúrgicos, tratados de teología moral, discursos y una vida entera consagrada al servicio del pueblo de Dios. Su figura encarna al pastor que enseña, corrige, anima y construye unidad desde la fe.
Otros santos y beatos celebrados el 7 de diciembre
San Agatón, mártir: Testigo de la fe en los primeros siglos, cuya constancia ante la persecución fortaleció a la Iglesia naciente.
San Eutiquiano, papa y mártir: Sucesor de San Félix I, conocido por su caridad y cercanía a los fieles, y por su testimonio valiente en tiempos de persecución.
San Víctor de Piacenza: Obispo del norte de Italia, recordado por su dedicación pastoral y su servicio a los más necesitados.
Beata María Giuseppa Rossello: Religiosa italiana del siglo XIX, fundadora de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, entregada a la educación y al cuidado de los pobres.
