El principal santo que se celebra el 3 de agosto es San Asprenato (o Aspreno), considerado el primer obispo de Nápoles, probablemente a finales del siglo I o inicios del siglo II. Según la tradición, fue convertido al cristianismo por San Pedro Apóstol durante una supuesta visita del príncipe de los apóstoles a la ciudad portuaria, aunque los datos históricos sobre este encuentro son escasos y discutidos.
San Asprenato es conocido por su labor evangelizadora en la región de Campania y por haber sido un referente de la fe cristiana en una época en la que ser discípulo de Cristo implicaba el riesgo de persecución. Se le atribuyen milagros, entre ellos curaciones, y su nombre fue venerado desde muy temprano por el pueblo napolitano. Su culto fue especialmente promovido en la Edad Media, cuando sus reliquias fueron trasladadas a la catedral de Nápoles.
Durante siglos, fue invocado como protector contra las epidemias, lo que demuestra su fuerte arraigo popular y espiritual. Hoy en día, sigue siendo recordado como uno de los pilares fundacionales de la Iglesia en el sur de Italia.
Otros santos y beatos
- Santa Lidia de Tiatira (siglo I): Considerada la primera mujer convertida al cristianismo en Europa. Aparece en los Hechos de los Apóstoles como comerciante de púrpura en Filipos, bautizada por San Pablo. Es un símbolo de apertura, hospitalidad y fe activa.
- San Martín de Palermo (siglo VIII): Monje benedictino y eremita, conocido por su vida austera, dedicada a la oración y a la penitencia. Fue un hombre de paz en tiempos de conflictos entre cristianos y musulmanes en Sicilia.
- San Fausto de Mileto (siglo III): Mártir durante las persecuciones romanas. Su testimonio de fe permanece como ejemplo de fidelidad en tiempos de prueba.
- San Dalmacio de Pavía (siglo VI): Obispo de esta ciudad italiana, destacó por su celo pastoral, la defensa de la ortodoxia y su atención a los pobres.
- Beato Agustín Gazotich (1260–1323): Obispo de Lucera, en el sur de Italia. Se distinguió por su labor pastoral y por la promoción del estudio y la reforma eclesiástica en tiempos difíciles.
- Beata María Teresa Kowalska (1902–1941): Religiosa capuchina polaca, mártir en el campo de concentración nazi de Działdowo. Murió por causas relacionadas con el sufrimiento impuesto por el régimen, manteniéndose firme en su fe hasta el final.
