Las tres imágenes que presidirán mañana el Vía Crucis de las hermandades ya están en la Catedral. Esta mañana se llevó a cabo el traslado de la Virgen de Salud y Esperanza, que en su recorrido incluyó visitar a los enfermos y sanitarios del Hospital.
Minutos antes de las once de la mañana llegaba la Dolorosa titular de la Hermandad de la Clemencia hasta el acceso del Materno Infantil, precedido por un amplio cortejo de hermanos. Una mañana reluciente de sol y algo fresca, recibió a los cofrades de San Benito. En la escalinata de acceso se reunieron médicos, sanitarios y personal del hospital para vivir este singular momento. Entre los presentes estuvo la delegada provincial de Salud.
El sacerdote Lorenzo Morant, párroco de san Benito, dirigió unas preces por lo enfermos, personal, sanitario y por la paz. Rezos que fueron seguido por todos. Como detalle, en el canasto del paso y muy discretamente situado, se colocó un lazo con los colores de la bandera de Ucrania, un signo que se está imponiendo en lacitos prendidos en la ropa
Eduardo Biedma, capataz de la cofradía mandó situar a la Virgen cara a la escalinata. Y llegó el momento más emocionante: la banda del Carmen de Salteras estrenó una marcha dedicada a la Virgen que es una Salve con una parte cantada que interpretó un dúo de voces blancas que pusieron los bellos de punta mientras que los aplausos sonaron en ese entorno e incluso desde dentro de las habitaciones.
Entre tanto, el cortejo volvía sobre sus pasos del mismo modo que hizo la Virgen de Salud y Esperanza, ya con la musica de la formación del pueblo de Salteras (Sevilla) de gran reconocimiento en el mundo cofrade andaluz por su calidad. A esa hora en los pequeños balcones de la barriada de Las Torres se asomaban muchos vecinos. También se vieron rostros de personas ingresadas mirando el momento desde la intimidad de sus habitaciones.
La Virgen ocupó, para la ocasión, el paso del Perpetuo Socorro del colegio de Montealto. Se adornó con centros de rosas blancas y alelíes en las esquinas del dorado canasto. Vistió un manto azul con vistas bordadas cedido por la Hermandad de la Amargura de Sevilla y estrenó la nueva saya presentada hace pocos días. Los cofrades de La Clemencia echaron todo en favor del engrandecimiento de jornada inolvidable.
De otro lado, ayer sábado llegó a la Catedral el Señor de la Salud tras salir de la Iglesia de san Rafael a las seis de la tarde. Visitó a la Hermandad del Cristo, su madrina, yendo hasta la ermita de san Telmo para seguidamente tomar camino hacia la seo jerezana.
Un día antes, el viernes, fue el Cristo de las Almas el que fue trasladado en su paso a la Catedral. Se hizo rezando las estaciones del Via Crucis, una de ellas en el interior de San Juan de los Caballeros, donde estuvo en veneración el Cristo de la Esperanza, como es tradición en el primer viernes de marzo, al igual que el Señor de las Tres Caidas. La intención era que el crucificado titular de la sacramental, en su paso, entrara en este templo pero no pudo ser por la altura de la Cruz, incompatible con la alzada del cancel interior.
El Via Crucis cuaresmal de las cofradías será mañana desde las 19 horas. Se rezará un texto creado por el obispo Rico Pavés y las tres imágenes en sus pasos estarán en el presbiterio del templo con el Cristo de la Almas en el centro. Esta imagen será la única que mañana mismo, tras el Via Crucis volverá a su templo, Santiago, con acompañamiento musical de cornetas de tambores.
