¿Vivir para trabajar o trabajar para vivir? Leo en ‘El Mundo’ que en Japón esta pregunta es recurrente, tras registrarse un nuevo récord en los fallecimientos a causa de la fatiga laboral.
¿Vivir para trabajar o trabajar para vivir? Leo en El Mundo que en Japón esta pregunta es recurrente, tras registrarse un nuevo récord en los fallecimientos –muchos de ellos suicidios– a causa de la fatiga laboral. Mientras tanto, en el extremo opuesto, el Diario de Cádiz me informa de que el ya apodado como ‘funcionario fantasma’ –en seria competencia con un sindicalista de CGT del Ayuntamiento de Jerez– de la capital gaditana tendrá que devolver alrededor de 27.000 euros, tras descubrirse que no acudió a su puesto de trabajo entre 2004 y 2010. Como se recordará, lo cachondo del caso es que el citado empleado –por decir algo– de Aguas de Cádiz fue pillado cuando iba a ser homenajeado por sus años de dedicación.
Supongo que aquí el interrogante, al contrario de lo que ocurre en el país del Sol Naciente, es si se trabaja para vivir o se vive para no trabajar, como hacían estos auténticos artistas del escaqueo. No niego que haya algo de ironía en mis palabras, pero desde aquí deseo expresar mi más profunda admiración por estos funcionarios de la provincia, tanto en el caso del Ayuntamiento de Jerez como en el de Cádiz. A ver: ¿Ustedes preferirían morirse como los nipones por hacer más horas extra de la cuenta, o ser el hazmerreír de medio mundo porque te conozcan como el David Copperfield –el mago, no el sacrificado personaje de Dickens– de tu empresa? Yo lo tengo claro, pero como dirían los memes de las redes sociales: “Picha, tor mundo no puede ser de Cádiz”.
En el caso del país que empieza por una risa y termina con una bomba –homenajeando a Ángel Garó–, la cultura prima la dedicación al trabajo claramente sobre la familia, lo que lleva a muchas personas a dormir en su puesto o empresa. Lo mismo que aquí. La diferencia es que en nuestra emérita provincia lo de echar una cabezadita a veces se hace durante las horas de faena. Aunque no seamos injustos y recordemos que también podemos presumir de tener al currito más veterano de España, Francisco Parra, con 70 años cotizados a la Seguridad Social a sus espaldas. Si es que somos de extremos…
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