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Nosotros vamos 'pa' Madrid con ilusión y conscientes de estar formando parte de algo importante. Y vamos 'pa' Madrid hartos de ser ninguneados e ignorados por nuestros incapaces e indolentes políticos locales. 

Me avergüenzo de los gobernantes que tenemos y hemos tenido. Siento un profundo rubor por el trato que le han dado al centro histórico y a la fuente de riqueza que representa. Su indolencia, falta de interés y nulo compromiso jamás serán olvidados.

Este próximo fin de semana asistiremos en Madrid al tercer encuentro vecinal de centros históricos europeos Vivir la ciudad en Europa, una plataforma nacida hace tres años en el seno de las asociaciones de vecinos del centro de París y que en años sucesivos creció hasta comprender la totalidad del país galo, primero, y todo el territorio continental, después. Esta será la primera edición en la que el encuentro salga de las fronteras de Francia para celebrarse en nuestra capital. Antes que nada me gustaría aclarar que este viaje nos lo pagamos nosotros, ya que siempre surgen personas que lo primero que preguntan es eso, ¿y esto quién lo paga? Nosotros, señor, nosotros, señora, ya pueden ustedes seguir preocupándose de sus cosas, si las tienen, con total tranquilidad. Por ahondar un poco en el asunto y dejar las cosas meridianamente claras, nosotros somos una asociación absolutamente autosuficiente y autofinanciada. Jamás hemos recibido subvenciones ni las hemos pedido ni las pediremos. De hecho en el año 2014 se nos concedió una por parte del Ayuntamiento sin haberla solicitado, subvención que no justificamos y que por tanto rechazamos en su día.

El caso es que esta cita de Madrid puede ser comparable a los dos encuentros andaluces que celebramos aquí, en Jerez, y del que nació la federación andaluza de asociaciones vecinales de centros históricos. Y el proceso es exactamente el mismo: diagnosticar unos problemas que son comunes a todos los centros históricos, cada cual en su nivel, pero exactamente los mismos, que se resumen en dos principalmente: problemas a la hora de ejercer el derecho al descanso y problemas con el tratamiento urbanístico de las zonas históricas, entre los que se incluyen la ocupación y el uso del espacio público y los temidos fenómenos de la gentrificación y la turistificación. Una vez localizados los puntos comunes, lo siguiente es encontrarnos, conocernos y percatarnos de que la unión se hace necesaria, que es muy importante alzar la voz en las instituciones europeas para dejar claro que existimos, que se nos debe tener en cuenta y que no se puede legislar de espaldas a un vecindario con cuya desaparición sobrevendría el más absoluto de los desastres. Y es que Venecia está perdiendo más habitantes en pleno siglo XXI por la invasión turística indiscriminada que en la Edad Media a causa de la peste negra; Barcelona ha tenido que poner coto a los apartamentos turísticos porque se han dado cuenta de que pierden población a borbotones. Y el centro histórico de una ciudad, que es lo que todos van a visitar cuando viajan a ella, no puede sobrevivir con una población flotante que se renueva cada diez días. Sin arraigo no hay identidad y, si no hay identidad, todo está perdido. Aquí desde luego podríamos dar lecciones de los problemas que la falta de identificación por parte de los ciudadanos con su centro histórico ha ocasionado y sigue ocasionando a la zona, por supuesto favorecida por una clase política absolutamente incompetente, insensible e inútil.

¿Cómo se articula un encuentro de estas características, al que asisten más de ochenta asociaciones de seis países? Pues mediante talleres temáticos, en este caso seis, en los que se recogen los dos hilos principales comentados antes junto a problemas de comunicación y participación de los ciudadanos en el seno de las instituciones. De cada taller se sacarán unas conclusiones que se pondrán en común con el resto de los mismos y, al final, surgirá un manifiesto que marcará el devenir de esta plataforma destinada a mutar en una entidad que represente a los vecinos de los centros históricos ante las instituciones de la Unión Europea.

A esta cita acudimos representando al centro histórico de Jerez, pero también para poner voz y presencia a los centros históricos de Andalucía. Nuestros compañeros de Córdoba, Granada o Marbella nos van a acompañar, dando así representatividad a la federación que tuvimos el honor de alumbrar en Jerez hace sólo unos meses y con la que ya hemos conseguido hacernos notar ante las instituciones andaluzas. Todos recordaremos el tema Vente pa Madrid que cantaban Antonio Carmona y el malogrado Antonio Flores. Nosotros vamos pa Madrid con ilusión y conscientes de estar formando parte de algo importante. Y vamos pa Madrid hartos de ser ninguneados e ignorados por nuestros incapaces e indolentes políticos locales. Desde luego las suyas (sus incapacidades), las de los penosos políticos que padecemos en esta ciudad, van a ser conocidas por los ciudadanos de más de media Europa.

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