Si los números no salen antes de las urnas, es mejor no presentarse a la secretaría local y seguir como un verso libre, alguien independiente de las estructuras de poder del partido que perder unas elecciones internas.
La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, está dispuesta a dar un paso adelante y, si ve que tiene suficiente respaldo entre la militancia, presentarse a la secretaría de la agrupación local del PSOE de Jerez, según abre el Viva Jerez de ayer miércoles… En realidad se trata de un nuevo paso en línea con las declaraciones que tanto Sánchez como su entorno vienen realizando desde hace meses al respecto de esta cuestión. La alcaldesa, ex sanchista y neo susanista —o al revés, según se mire—, estima que tiene una oportunidad importante para hacerse con el poder del partido en Jerez y así evitar volver a pasar, entre otras cosas, por el quinario que le supuso la candidatura impuesta por el provincial-local en las elecciones municipales de 2015.
No obstante, Mamen Sánchez se cuidará muy mucho (con perdón) de contar los apoyos de que dispone antes de dar un paso en falso. Sin duda, si los números no salen antes de las urnas, es mejor no presentarse a la secretaría local y seguir como un verso libre, alguien independiente de las estructuras de poder del partido —vale, se hacer raro hablar en estos términos de alguien que ha sido durante tanto tiempo diputada en Cortes y lleva dos años largos de alcaldesa de Jerez— que perder unas elecciones internas, algo que, sin duda, podría ir incluso en detrimento de su propia candidatura a la alcaldía, que al final es de lo que se trata.
En cualquier caso, choca leer en el mismo medio que a Mamen Sánchez le choca —redundancia consciente— que el partido tuviera hace un par de años, cuando las municipales, una candidata y una secretaria local distintas, cuando precisamente esa ha sido una constante en el PSOE de Jerez. Haciendo memoria, ni Blanca Alcántara, ni Casto Sánchez fueron secretarios locales del partido, ni tampoco lo fue Pilar Sánchez en un primer momento, aunque luego es verdad que sí… Una bicefalia habitual que la prensa siempre ha agradecido a la hora de tener titulares, por cierto.
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