A pesar de parecer ya los últimos días del gobierno de Pelayo y del Partido Popular en Jerez, éste vuelve a tomar medidas polémicas, mal explicadas, no consultadas con TODA la ciudadanía y que lo único que consiguen es confundir, enfrentar, hacer a la gente discutir y en resumen, dividir e incordiar. Me entero de que se le va a dedicar un parque al Regimiento de Artillería Antiaérea nº 74 en Jerez. Yo fui cabo primero de ese regimiento durante los años 83 y 84; hice el servicio militar voluntario -la mayor pérdida de tiempo de mi vida- y la hice así, voluntario, por lo menos, para no perder los estudios.
No todo fue negativo: gané buenos amigos. De hecho, creé un grupo en facebook donde muchos de los que hicimos la mili ahí nos volvimos a encontrar. En teoría, este acto, la inauguración de un parque, debiera ser un acto feliz, en el que muchos jerezanos deberíamos sentirnos identificados porque hicimos la mili allí. Eso debió pensar el PP, supongo, pero no es así. No es así porque se olvida de todos los jerezanos. Con 17 años y en 1983, tener un fusil en la mano era toda una aventura. Pero recuerdo que una de las cosas que más me impactó fue ver a un cura con una pistola al cinto. Al capellán del cuartel. Eso me hizo pensar y, como a Rigoberta Menchú, de pronto me nació la conciencia.
Aunque estuve en La Asunción, alguna vez que otra iba al cuartel de Tempul, donde quieren dedicar ahora este parque. Muchos años después me encontré con una persona mayor y hablando de historia -qué mejor Historia la que te cuenta quién la vivió- este señor mayor me contó cómo poco después del 18 de julio de 1936, su padre, por ser político y sindicalista en Jerez, fue detenido y encerrado en ese viejo cuartel de Tempul. Me contaba el sufrimiento que pasó, lo que pasó su familia, hasta que se lo llevaron y lo fusilaron. Me dijo cómo iba a intentar ver a su padre, me relató las condiciones de los presos políticos que las tropas franquistas habían hacinado alli. Yo no tenía ni idea de que aquello había ocurrido y escucharlo -que no leerlo- de los labios de alguien que lo vivió, ver sus ojos vidriosos, a los 80 años, recordar el sufrimiento de su padre, me cambió la visión del cuartel. Un cuartel al que ya sólo miraba de reojo, sin evitar escalofríos, cuando iba andando por la calle Taxdirt a la Escuela Oficial de Idiomas.
Y yo no niego que el Regimiento haya sido histórico en Jerez, que haya aportado riqueza y tal. No niego incluso que una calle o un parque tengan su nombre. Pero si un parque lleva el nombre del regimiento, tiene que llevar también la memoria de lo que allí ocurrió. Recordar que se hicieron cosas buenas, pero también recordar, para que nunca se olvide, lo malo, el terror. Eso es lo que le pasa al PP, que siempre olvida a las víctimas de la Guerra Civil, o mejor dicho, olvida a una parte de las víctimas de la Guerra Civil. Por eso el nombre del parque molesta, no por lo que es en sí, sino porque no refleja, no cuenta, sólo da una parte de la historia: la bonita, la de las bandas de música, la de los desfiles. Pero olvida a la gente que sufrió allí nuestra guerra, con sus muertes y sus torturas. Si el parque lleva ese nombre, las víctimas de la guerra también tienen que estar presentes en él. Si no, el parque no será un parque para todos ni para todas. Será el parque de ‘ellos’. No perdamos la memoria histórica, por favor. Un respeto.
Comentarios