Tres pasos para avanzar

Soy estudiante de último curso del Doble Grado en Sociología y en Ciencias Políticas de la Universidad Pablo de Olavide. He formado también parte del equipo de Café en Andalú, hasta que junto a mis compañeros decidimos terminar la actividad del grupo. 

El portavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz, José Antonio Jiménez, la coordinadora general de Más País Andalucía, Esperanza Gómez y el máximo responsable de Andalucía X Sí, Modesto González.
El portavoz de Iniciativa del Pueblo Andaluz, José Antonio Jiménez, la coordinadora general de Más País Andalucía, Esperanza Gómez y el máximo responsable de Andalucía X Sí, Modesto González.

“Andalucía necesita un espacio político como este en el que se ofrezca a los andaluces lo que de verdad están solicitando: un espacio verde, andalucista y social”. De esta manera justificaba ayer el Coordinador Nacional de Andalucía x Sí, Modesto González, el paso que su formación política ha dado junto con Más País Andalucía e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Un proceso de unidad del espacio “federalista andaluz y ecologista” de cara al nuevo ciclo electoral que se avecina. 

No hay duda. La izquierda andaluza y andalucista, consciente de su fragmentación, avanza hacía la conformación de alianzas que aúnen en una papeleta el sentir regionalista/nacionalista andaluz. Primero fueron el pasado julio, las organizaciones andalucistas que conforman Adelante Andalucía junto con Anticapitalistas e independientes. Ahora es el espacio de Esperanza Gómez junto a Andalucía x Sí, la fuerza con mayor representación municipal andalucista, e IdPA los que marchan a la conformación de otra coalición electoral aún pendiente de nomenclatura. 

Los caminos entre ambos grupos parecen a priori no encontrarse, y el nuevo escenario divisa la llegada a las próximas elecciones autonómicas de dos listas diferenciadas a la izquierda del PSOE-A y fuera de la coalición Unidas Podemos. Y es que esta tercera ola del andalucismo, teorizada por el historiador Javier García Fernández, muestra en su esfera política cada vez más similitudes con la última etapa del PA. Quizás las rencillas internas entre la vertiente más “izquierdista” y la más “moderada” (pese a las nuevas corrientes y matices existentes que poco o nada tuvieron que ver con dicha organización), no sean un capítulo estanco en la historia de la última fuerza política nacionalista con verdadero peso en Andalucía.

Sin querer reabrir heridas, que no sé a ciencia cierta si de verdad están bien cerradas, y con la más absoluta convicción de querer contribuir al espacio en el que creo sin echar por tierra el trabajo de nadie, quiero invitar a toda persona que se sienta identificada con las tesis del andalucismo a una profunda reflexión, ¿Volvemos a un escenario de fragmentación de un espacio ya de por sí estrecho? Alguien me dijo alguna vez que no hay que mirar atrás ni para tomar impulso, sin embargo, creo que dar un paso hacía nuestras espaldas puede significar, en este caso, avanzar dos hacia adelante. ¿Tanto separaba a las corrientes PSA–PA del histórico Partido Andalucista? ¿Tan lejos se encontraban sus fines? ¿Hemos aprendido de aquellos años de continua unión y desunión? 

Izquierda Andalucista, Andalucía x Sí, Primavera Andaluza, Iniciativa del Pueblo Andaluz, organizaciones municipalistas de corte andalucista… todas surgidas de una u otra manera como herencia directa del ya disuelto en 2015 Partido Andalucista. Todas, formaciones que radican su razón de ser en la defensa de una Andalucía libre y soberana como la que más. Puede que los medios difieran, que el peso de algunas sea mayor o menor, pero junto a Defender Andalucía y a las posiciones andaluzas de Anticapitalistas o Más País, muestran ahora un especial interés por conformar candidaturas de corte andalucista, defendiendo nuestras singularidades y el olvido socioeconómico al que estamos sometidas. Y sé que lo que digo no va a sentar bien a todos los interlocutores, pero a veces me da la sensación de que volvemos a complicadas tesituras como la de 1993, cuando las discrepancias entre las corrientes de Alejandro Rojas-Marcos y Pedro Pacheco, dinamitan la formación, conformando este último el PAP (Partido Andaluz del Progreso), suponiendo una nefasta derrota para ambos grupos en las generales de aquel año.

Y no. No podemos permitir que el espacio y el camino político tan bonito e ilusionante que se divisa para las nuevas generaciones de andaluzas, cansadas de la precariedad, del precio abusivo de la vivienda, de la turistificación de sus localidades, de la desindustrialización, de la explotación indebida de nuestros recursos naturales o de la necesidad de abandonar nuestra tierra para buscar un futuro mejor tal y como ya hicieron nuestros abuelos, quede en saco roto y en la desesperanza a la que por desgracia ya estamos acostumbradas, como consecuencia de la ya patente división en dos coaliciones de las fuerzas regionalistas y nacionalistas andaluzas.

En lugar de ello, demos tres pasos valientes y en positivo, avancemos en un presente de unidad y en un futuro verde y blanco que sitúe a Andalucía y a las gentes que la habitan donde realmente se merecen. Aún estamos a tiempo, entendámonos y lleguemos al acuerdo de mínimos que tanto necesita la sociedad andaluza, que nuestra voz se escuche con fuerza en cada ayuntamiento al sur de Despeñaperros, en el Parlamento que tanto nos costó constituir y en donde desgraciadamente se toman las decisiones que más afectan al futuro de nuestras hijas, lleguemos a Madrid y a Europa para decir bien fuerte que basta ya, que Andalucía al fin se ha despertado de su largo sueño y está en pie para no volver a postrarse jamás.

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