Trabajando en la Feria del futuro

Teniente de alcaldesa de Dinamización Cultural y Patrimonio Histórico de Jerez

Jerez acaba de concluir su Feria del Caballo. Es el momento de, además de hacer balances, empezar a trabajar para construir la Feria de futuro que queremos. Un acontecimiento que debe mantener su singularidad, las identidades propias de los jerezanos. Una Feria que se tiene que adaptar al futuro, a las nuevas tecnologías, a los nuevos usos y costumbres; que mantenga su carácter abierto, la luminosidad y su elegancia.

Para conseguir un mayor esplendor debemos mantener la conexión con nuestras referencias culturales arraigadas en la tradición flamenca, de nuestros vinos y caballos, sin llegar a ser inflexibles, pero al mismo tiempo debemos de ser coherentes con nuestra cultura. Y para continuar creciendo, debemos insistir en la promoción exterior, prestigiando una gastronomía cada vez más reconocida; sin dejar de lado un obligado equilibro en los precios. Para todo lo anterior son necesarias determinadas recomendaciones junto a una regulación que asegure la convivencia entre casetas, todos los aspectos relacionados con la seguridad y la concordancia histórica, sin olvidar sectores de población con necesidades tan dispares como los jóvenes o las personas mayores. De manera que nuestra gran fiesta de primavera, adaptándose a la modernidad, pueda afianzar su carácter universal.

Desde el área de Cultura y Fiestas se está trabajando en una nueva ordenanza que regule la Feria del Caballo, una normativa que esperamos y confiamos en que esté aprobada antes del inicio de la próxima feria. En esta nueva legislación se tiene que ahondar más en el respeto y la convivencia, que la música no suponga una barrera sino un elemento integrador más, con amplificadores acordes a las necesidades reales del espacio que se ocupa y que no moleste a las casetas vecinas.

Desde el servicio de inspección de Cultura y Fiestas en estos dos años se ha tenido muy en cuenta este elemento que tanto daño puede llegar a hacer. Y, por supuesto, seguiremos potenciando las casetas que tengan su propio programa de actividades flamencas. Esta nueva ordenanza también tiene que recoger, de una forma muy clara y específica, cuál debe ser la relación entre los adjudicatarios de las casetas en cada edición y los empresarios hosteleros que se encargan de su explotación, fijando los derechos, obligaciones y responsabilidades de cada uno por separado y en conjunto para que no se pierda ni un ápice de la calidad que se debe prestar en el servicio a los clientes. Se debe cuidar más la estética de las casetas y esto no significa la pérdida del modelo actual, la gracia que caracteriza al recinto ferial, sino que busquemos la sencillez de los elementos decorativos instrumentalizados con esmero. Y nuestro recinto ferial tiene que llegar a ser completamente accesible.

Seguimos trabajando para mejorar en todos los aspectos que son sensibles y técnicamente exigibles. Sin el acuerdo y la cooperación de todos no podemos aspirar a que la Feria sea cada vez mejor y más excelente. Y como no podía ser menos lo vamos a hacer con el consenso de todos aquellos grupos, colectivos e instituciones implicados en el buen funcionamiento de nuestra incomparable Feria del Caballo.