Hay quien puede preguntarse qué hace un andaluz opinando sobre Cataluña. Para estos casos, hay que recordar que un pedacito del corazón de Andalucía se fue a Cataluña. Décadas y décadas de pobreza obligaron a muchos andaluces y andaluzas a irse y Cataluña era uno de los principales destinos. De ahí que en la zona el Betis tenga una inexplicable afición, o que los abuelos de más de un político independentista sean jienenses. Ambas regiones pueden considerarse hermanadas, lo que me deja en una buena posición para opinar sobre las elecciones de este domingo.
No hace falta ser politólogo para darse cuenta de que ahora mismo Salvador Illa está en el centro del huracán. El efecto Illa es una realidad. Únicamente el revuelo que se ha originado ya supone publicidad gratis. La posición del PSC ha mejorado notablemente, teniendo incluso posibilidades de ganar las elecciones y terminando así la dinámica de gobiernos independentistas. Obviamente, este futuro ha puesto nerviosa a mucha gente cuyos motivos son dignos de analizar.
Una victoria del PSC deja al resto de partidos en una posición muy delicada. Para empezar, dependiendo de cómo presione Illa, Esquerra podría verse ideológicamente contra las cuerdas. ERC lleva años pactando con la derecha catalana, heredera de los burgueses que explotaban a los obreros en las fábricas catalanas. Si el PSC consigue que el sentimiento de izquierda pondere más que el independentista, forzaría a Esquerra a llegar al entendimiento. El PSC se habría hecho con la bandera del socialismo catalán, lo que perjudicaría mucho a ERC en una repetición electoral.
Más perjudicada aún queda la derecha nacionalista. C’s es el queda más dañado por el efecto Illa, siendo el trasvase de votos evidente. No hay mayor garantía de respeto a España que un ministro del Gobierno central al mando de la Generalitat. El movimiento de voto útil castiga mucho a esta derecha, que en una repetición electoral sería la principal damnificada. Bajo el pretexto de cordón sanitario frente al independentismo, podría verse forzada a la abstención para evitar la pérdida de representación. Luego les pasará factura haber dado vía libre a la izquierda. Sea como sea, la derecha va a verse en una situación comprometida. Les iba mejor cuando los independentistas ganaban y podían permitirse actuar negándose a todo. Se comprende así que primero ataquen a Illa.
Siendo esta noche el debate a nueve, creo que podremos presenciar todos estos matices. Solo me queda desear todo lo mejor a los compañeros del PSC y la JSC. Tuve el placer de conocer a muchos de ellos en un encuentro, y la verdad es que pocas veces me he sentido tan cómodo. Tienen todas las ideas muy claras y bien situadas en la izquierda, lo que se agradece. En el raro e hipotético caso de que me expulsaran de mi federación, no dudaría ni un segundo en ir con ellos. Al fin y al cabo, estamos hermanados.
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