Susana, de la pole position a la parada en boxes

Susana Díaz, en una imagen de archivo.
11 de julio de 2020 a las 16:03h

Que la otrora lideresa indiscutible e indiscutida del socialismo andaluz no vive sus mejores momentos políticos es algo que viene ya de lejos y la reunión mantenida con los y las representantes socialistas andaluces  en el Congreso y en el Senado celebrada esta semana ha sido la prueba más evidente de que el declive de la ex presidenta y todavía Secretaria General del PSOE de Andalucía va tomando forma.

Susana, acostumbrada a partir desde la pole position en todas las batallas políticas, orgánicas e institucionales, ha tenido que parar en boxes esta semana que es lo peor que te puede ocurrir cuando pretendes ganar una carrera. Y la causa que ha provocado esa situación no ha sido un simple pinchazo ni un repostaje inesperado por falta de combustible  sino más bien una rotura de motor que según los expertos se veía venir desde hace tiempo y que no se va a poder reparar en la forma habitual con la reunión que ha convocado para el próximo lunes con los máximos responsables de su escudería de la Comisión Ejecutiva Regional y donde pretende, de acuerdo a su práctica habitual, escenificar un cierre de filas en torno a ella misma que le libere del mobbing al que el pedrismo andaluz le viene sometiendo desde que perdiera las elecciones andaluzas.

Como ya advertí hace unos meses en este mismo espacio hace tiempo ya que voces de muerte suenan cerca del Guadalquivir. Y no son sólo los clásicos del pedrismo andaluz los que entonan esos versos premonitorios, también gente que hasta ayer fueron miembros distinguidos de su guardia de corps, como el actual senador Miguel Ángel Vázquez o el exportavoz parlamentario Mario Jiménez, se han sumado al coro profético de la poesía lorquiana.

Susana comenzó su particular penitencia en sede parlamentaria, ante la sorpresa de todas y todos los que habían puesto en riesgo su vida política por defender la de ella misma, reconociendo haberse equivocado cuando lanzó  sus barcos a luchar contra el “no es no” de Sánchez y también el acierto de su enemigo político que acabó a base de cañonazos populistas con la pretendida Armada Invencible del susanismo español. Desde entonces la lideresa del socialismo andaluz sólo sabe reconocer errores y pedir perdón, cuando es claro y manifiesto que ese camino sólo conduce ya a la humillación de verse postrada rodilla en tierra ante Sánchez para entregarle las llaves del sultanato y pedir clemencia, eso sí, tan solo para ella.

Y todo ello mientras en nuestra tierra, tan necesitada de una oposición sería, contundente y alternativa al tripartito gobernante, el antiguo lema institucional de “Andalucía en marcha” se ha convertido por la vía de los hechos en “Andalucía express” visto los procedimientos puestos en marcha por el Gobierno de Moreno para cubrir los puestos de vigilantes de playas o interinos de cuerpos superiores y medios en veinticuatro horas y sin más mérito a valorar que la rapidez del procesador de tu ordenador para hacer llegar el correo al registro de la Junta, pero de esto, y otras tropelías de Bendodo mejor nos ocupamos el dieciocho de julio, todo un emblema para algunas de las fuerzas gobernantes en Andalucía.