Folklore y mundo rural

Desde aquí quisiera reivindicar la importancia del folklore en todas sus manifestaciones como patrimonio cultural para las generaciones venideras

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Profesora en Beas de Segura.

Un grupo de folklore, en una imagen de archivo.
Un grupo de folklore, en una imagen de archivo. MANUEL QC

A la nana, nanita, nanita ea
le preparo a mi niño “pa” que se duerma
cominitos y clavo y alcaravea

(Nana recogida en Beas de Segura, Jaén)

Desde que nacemos, podemos tener contacto con el folklore. Pero ¿Qué entendemos por folklore? El término lo propuso en 1846 un inglés, WJ Thoms, para englobar lo que se conocían como “antigüedades populares y literatura popular”. Está formado por las palabras folk, pueblo y lor, sabiduría. En 1871, se funda la Folklore Society para investigar y promover este legado.

En Sevilla, diez años más tarde, Antonio Machado y Álvarez Demófilo, se incorpora a esa corriente inglesa y contagia a una serie de amigos, fundando una sociedad similar. La afición a lo popular la traía de su madre Cipriana Álvarez. Ella pasaba largas temporadas en Llerena (Badajoz) donde la bautizaron como “la mujer de los cuentos”, porque allí recopilaba lo que las buenas gentes del lugar le contaban: cuentos, coplas, trabalenguas… Con ese sobrenombre colaboró en la revista El folklore andaluz en la que publicaban su propio hijo, Rodríguez Marín y otros varones ilustres, siendo la única mujer participante en el proyecto.

A principios del siglo XX, Hoyos Sainz precisa: “Folklore es propiamente lo que sabe el pueblo, no sólo lo que sabe cantar y contar sino también lo que sabe hacer”. Hoy se puede considerar como una ciencia dedicada al estudio de los usos, costumbres, ceremonias, creencias, romances, refranes etc. de los tiempos antiguos que han sobrevivido en el pueblo y le pertenecen.

En realidad, sin estar recogido como folklore, ya desde antiguo diferentes autores se habían preocupado de recopilar estos saberes, como el Marqués de Santillana (1398-1458) en su Refranes que dicen las viejas junto al fuego. Esa sabiduría popular ha sido fuente de inspiración para poetas como García Lorca en El romancero Gitano, músicos como Falla en El sombrero de tres picos o pintores como Goya en sus tapices de la Romería de San Isidro.

El folklore está muy unido al mundo rural. Mientras se realizan las faenas del campo, se canta, se cuentan cuentos y se enseñan las formas de trabajar de padres a hijos o de abuelos a nietos; esa comunicación une a las distintas generaciones y es una forma de celebrar el transcurso de la vida.

En los diferentes lugares, las barreras naturales del paisaje han contribuido a que se mantenga una cierta identidad en cuanto a su folklore, dando lugar a lo que llamamos autóctono. Sin embargo ese conocimiento, recorre toda la península ibérica (y más allá) con los arrieros, los pastores y otros oficios viajeros. De ese modo, este rico acervo cultural a su paso por las diferentes tierras, se va engrandeciendo y difundiendo.
Es el caso de la trashumancia. Con los rebaños en marcha, las sierras se quedan mudas y surge la necesidad de expresarlo.

Ya se van los pastores a la Extremadura
ya se queda la sierra triste y oscura
Ya se van los pastores hacia la majada
ya se queda la sierra triste y callada

(Sierra de Cameros, La Rioja). Esta canción que parece tener origen riojano, se canta por toda España.

Cuando aparecen las villas y ciudades, se originan también otras formas de expresión para dar salida a los cambios en las costumbres. Por eso, el folklore es una manifestación perenne de una fuerza espiritual/cultural que conserva un legado, pero también crea con el paso del tiempo, nuevas formas. Así se refleja en estos versos el dolor que produce la marcha de esos soldados jóvenes que se van a un destino incierto.

Los quintos se han sorteado y ya muy pronto se irán
Se los llevan a la guerra ¡Quién sabe si volverán!

(Canciones del Pueblo Español Juan del Águila 1982)

Es folklore, por supuesto, la vestimenta propia de cada región que va tomando su forma definitiva en la segunda mitad del siglo XVII, cuando las fronteras europeas son más franqueables y las sociedades se hacen algo más permeables entre los distintos estamentos.

En las sierras, las mujeres utilizan refajos de lana, los hombres pantalones gruesos y polainas protegiéndoles las piernas, a veces de tela, a veces de cuero. En zonas más cálidas, tejidos más ligeros como el algodón o el lino. Para los días de fiesta, se lucen bordados, encajes, joyas, sedas y terciopelos que las familias heredan de generación en generación.

Las celebraciones son fundamentales desde tiempo inmemorial, ya que acompañan los ritmos de la vida: nacimiento, casamiento, muerte… También los ciclos de las estaciones que marcan un calendario natural para cultivos y ganados, y todos esos cambios, lo mejor es festejarlos reunidos. Así se trasciende de lo individual a lo colectivo compartiendo la música, el baile, los juegos o las viandas.

Tomemos como muestra la antiquísima Fiesta de mayo que continúa celebrándose con mucha aceptación. En muchos lugares comienza la noche del 30 de abril, cuando la primavera está bien asentada, Se celebra por toda la geografía peninsular y en muchos países de Europa. Tiene un carácter predominantemente agrario, consiste en plantar un tronco, el mayo, que el mocerío trae del monte y coloca en un lugar bien visible de la población. Los jóvenes tienen que trepar por el palo hasta conseguir el trofeo que está en la punta, en un ritual totémico de culto al árbol, origen de tantos beneficios.

Si por mayo, era por mayo, cuando hace la calor
cuando los trigos se encañan y están los campos en flor

(Romance anónimo recogido por Joaquín Díaz)

Como ocurre en otros casos, la fiesta de origen ancestral se cristianiza, con la conmemoración del descubrimiento de la Santa Cruz de Cristo que se celebra el 3 de mayo. También en Andalucía se retoma esta festividad de la Santa Cruz, adornando las llamadas Cruces de mayo que siguen siendo muy populares hoy día.
Hay otro aspecto a destacar y es la costumbre de rondar a las muchachas casaderas por esas fechas.

En los cantos de los mayos queda bien reflejado en el paso de lo profano a lo divino y viceversa, pues prácticamente, las mismas letras que se le dedican a la moza, se adaptan para la Virgen María.

Estas son tus cejas tan bien arqueadas
que solo Cupido pudo dibujarlas (Recogido en La Guardia, Jaén)
Esas cejas arqueadas que te caen por la frente
Eres pura y concebida Madre de los inocentes (Recogido en Huesa, Jaén)

El paso de los años no altera totalmente la estructura de una fiesta, pero la va cambiando y se puede reavivar o desaparecer con la evolución de las sociedades que se alejan del mundo rural. En la Sierra de Segura por su accidentado relieve, se ha mantenido un rico patrimonio, con influencias murcianas y manchegas, ya que el macizo montañoso une a las gentes que lo habitan en usos y costumbres.

En las letras siempre está presente el coqueteo, a veces romántico:

Desempedraré tu calle y la cubriré de arena
pa conocer las pisadas de los que rondan tu reja
Que se muere, mi corazón a ti te dice
Y yo le digo que se espere que quiero morir contigo (1)

Y otras veces pícaro:
La otra noche en tu ventana al pasar yo di tres golpes
para niña enamorada tienes el sueño muy torpe
Ven acá, ven, que si te quiero
todas las mocitas hacen desprecios a lo primero (2)
Si tuvieras olivares como tienes fantasía
El río de Manzanares por tu puerta pasaría
regando tus olivares

¡Ay! Que sí, que sí. ¡Ay! Que no, que no
que a esa morenita me la llevo yo
me la he de llevar, si no es por la noche por la “madrugá” (3)
Eso sí, casi siempre desde la perspectiva de los hombres,
aunque alguna vez aparece el pensamiento de las mujeres:
Las palabras de los hombres son como las cañas vanas
Que de lo que dicen hoy ya no se acuerdan mañana (4)
La propia música es otro de los temas:
¡Ole! Tengo en la boca la última seguidilla
el demonio me lleve si canto otra (5)
La guitarra está borracha y el que la toca está loco
Y a esos dos que están bailando se les va cayendo el moco (6)
Es frecuente anunciar el final del baile:
Ya llegó la hora del llanto echemos la “despedía”
dame un abrazo entre tanto que con el alma y la vida
adiós te digo llorando (7)
Allá va la despedía y que nadie se incomode
El que baila se divierte y el que toca bien se jode (8)
Las “PESÁS” de Beas de Segura, como otros cantes, son un ejemplo de mezcla de lo divertido y lo serio, el amor humano e incluso el divino, todo incluido en la misma pieza:
Ande usted tío que se va usted cayendo de “presumío”
A la salsa picante pique o no pique el que tenga coraje que se lo quite
Ande que ande que la misericordia de Dios es grande
¡Ay! Que te quiero como la oveja al lobo y el gato al perro
Anda que eres la más resaladita de las mujeres
Quiéreme mucho, como la borriquilla a su borricucho (9)

Existen grupos de folklore en Santiago de la Espada, Segura de la Sierra, Cortijos Nuevos, Siles, Orcera, La Puerta de Segura, Puente de Génave y Beas de Segura. Algunos llevan más de treinta años en activo, manteniendo vivo el folklore de esta comarca, tocando y cantando su música para que el baile sea posible. La participación de los jóvenes es escasa. Y cuando se consigue, luego se marchan a estudiar fuera de los pueblos o sus intereses se dirigen hacia otras actividades. Sin embargo, ahí siguen estas asociaciones a pesar de las dificultades.

Desde aquí quisiera reivindicar la importancia del folklore en todas sus manifestaciones como patrimonio cultural para las generaciones venideras y, por tanto, tener en cuenta y ayudar a las personas y las agrupaciones que lo mantienen vivo.

(1) y (7) Malagueña de Tres o del Tío Ponte Beas de Segura
(2) y (4) Jota de Puente de Génave
(3) (6) y (8) Jota Cachipurriana Pontones
(5) Los Cristos Beas de Segura (9) Las “Pesás” Beas de Segura

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